En 2022, el clima extremo en los Países Bajos causó una cantidad récord de más de 886 millones de euros en daños. Así lo informa la Asociación Holandesa de Aseguradores el miércoles en el Monitor de Daños Climáticos.
Con diferencia, el mayor daño (714 millones de euros) lo causaron el año pasado las tres tormentas que dejaron una estela de destrucción en febrero: Eunice, Dudley y Franklin. El importe de los daños causados por los temporales fue considerablemente superior a los más de 500 millones de euros con los que contaban inicialmente las aseguradoras.
El anterior récord de daños por clima extremo se remonta a 2016, cuando las aseguradoras se enfrentaron a un total de 770 millones de euros en siniestros. Esto se debió principalmente a daños por granizo. Las cifras se mantienen desde 2007.
“Las precipitaciones extremas y las tormentas le están costando a la sociedad cada vez más dinero”, dice el director general de la asociación, Richard Weurding, en un comunicado. El impacto del cambio climático es evidente. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para que los Países Bajos sean más resistentes al clima».
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El papel del cambio climático no siempre está claro
Por cierto, queda por ver qué papel desempeñó el cambio climático en la cantidad récord de daños en 2022. Los expertos de KNMI escribieron anteriormente que el calentamiento global «no jugó un papel significativo» en las tormentas de febrero.
«La influencia del cambio climático en la formación de tormentas de invierno es pequeña y se ve empequeñecida por las grandes variaciones de un año a otro en nuestro clima de vientos invernales. Sin embargo, en un clima más cálido, la cantidad de precipitación asociada con estas tormentas aumenta», agregó. explicó KNMI luego fuera.
Sin embargo, los expertos han establecido que el riesgo de otras formas de desastres naturales está aumentando como resultado del calentamiento global. Por ejemplo, según los científicos del clima, la probabilidad de precipitaciones extremadamente altas en Europa Occidental ha aumentado en un corto período de tiempo, como sucedió en el verano de 2021.
Luego, gran parte del sur de Limburgo, Alemania y Bélgica se inundaron. En el mismo año, Leersum en Utrecht fue duramente golpeado por los vientos otoñales. Según KNMI, la posibilidad de que esto también aumente porque se está calentando.
KNMI está trabajando en mejoras junto con el sector de seguros. Para poder alertar temprano, el instituto está construyendo un Centro de Alerta Temprana (EWC). La idea es que el daño se puede limitar si los riesgos se pueden estimar mejor por adelantado.