¡Milán e Inter, tú decides! Historia, estrellas y estadio de récord. Al derbi no le falta nada

Pioli tiene la duda de Leao y el empuje de la tradición. Inzaghi tiene la certeza de Lautaro y la mejor condición

luis garlando

Aquí estamos.Ghe shem. El Milán tardará siete días a partir de hoy en crear un finalista de la Champions League, luego descansará. ¿Milán o Inter? La ciudad hierve de pasión, los canales fermentan como mosto. El templo de San Siro, hierático, abarrotado (recaudación récord de 10 millones) será esta noche una mirilla luminosa: toda Europa posará el ojo en él para asomarse al interior.

Es el destino de la ciudad, grabado en el nombre, Mediolanum: está en medio de la llanura, pero también en medio de Europa. Milán es más europea que italiana, forjada por las diferentes culturas continentales que la han atravesado, desde la española hasta la napoleónica y la austriaca. Milán fue la primera ciudad europea en adquirir electricidad, mucho antes de la luz de Suárez y Pirlo. Milán es la cuna del pensamiento, del futurismo al socialismo. En Milán se promulgó el Edicto de Constantino que otorgaba la libertad de culto a los cristianos, tótem de la tolerancia. Milán corre rápido y muchas veces llega primero, dicta la moda, atrae a los genios, desde Leonardo hasta Einstein, que de 1894 a 1900, en los años en que nació Milán (1899), vivió en via Bigli. Como Moratti y Galliani, en la época del Euroderby de 2003. Hoy la fórmula de la relatividad, E=mc2, dice: Europa=2ClubMilanesi.

vocación europea

El fútbol milanés siempre se ha adaptado a la vocación europeísta, apasionante e innovadora de la ciudad. Si miramos la facturación, no hay comparación entre las dos semifinales: Real Madrid 731 millones, Manchester City 713, primeros del ranking europeo; Inter 308, Milan 264. Pero si comparamos las Copas de Campeones ganadas, la brecha se cierra: Real (14) más City (0) son 14, Milan (7) más Inter (3) son 10. Los milaneses, 60 años después de Golden trienio, 1963-65, en el que lograron el trono continental, sacando fuerzas de la historia. Guardiola, que dirige un club casi virgen de gloria internacional, lo sabe y lo ha repetido en varias ocasiones. Pep pasa por el innovador más brillante de la escuadra, pero el fútbol lo ha reescrito un entrenador del Milan, Arrigo Sacchi. Y un técnico del Inter, Helenio Herrera, le dio al fútbol europeo una figura que antes no existía, el lateral goleador, Giacinto Facchetti, progenitor de todo Theo Hernández posible. El fútbol milanés siempre ha respetado el destino de la ciudad: europea, dominante, innovadora. Por eso, aunque Ancelotti y Guardiola estén respectivamente en la novena y décima semifinales de la Champions League, la presencia de Pioli e Inzaghi, debutantes en el G4, no debe considerarse una anomalía. Milán e Inter están donde pertenecen, por constitución histórica.

Pioli e Inzaghi

Un derbi es predecible como una tirada de dados. Objetivamente, el Inter llega mejor, en la ola de 4 victorias seguidas en la liga, a razón de 14 goles marcados y solo uno encajado. Las piernas y la pelota nunca han girado a esta velocidad. El Milán, menos dotado para las rotaciones, llega más sin aliento. Pero la victoria sobre la Lazio es muy significativa. Después de dos empates malos (Roma, Cremonese) y tras la lesión relámpago de Leao, el Milan, en reacción, realizó una gran actuación. La solidez ética de este grupo, gracias también a la educación siberiana de Ibra, y la empatía solidaria entre jugadores y entrenadores, que fueron los secretos del Scudetto, son valores que aún funcionan. Milan está listo para volcar otra predicción, como lo hizo con Napoli, fortalecido por una confianza única con la Liga de Campeones. Spalletti temía la ventaja histórica de los rossoneri, como ahora la teme Guardiola. La calidad de la maniobra colectiva y las líneas de juego, en cambio, ya no son un punto claro a favor del Diablo. La lectura Inter-jugadores contra el Milán-partido ya no se sostiene. Inzaghi se ha recuperado con la reactivación de Brozovic, con el crecimiento de Mkhitaryan y Calhanoglu y con el buen trabajo realizado en Appiano. El gol anotado el pasado sábado por Dimarco ante la Roma, que llegó al término de 50 pases consecutivos, la materia de primera de Guardiola, certifica la evolución darwiniana: el Inter ya no vive solo de contraataques, ha evolucionado y sabe desplazar desplazando funciones en puntos distintos del campo. ¿Brozo o Calha? Es la gran duda de Inzaghi. El croata se ha mostrado más brillante en las últimas salidas, pero ¿cuánto cuesta renunciar al orgullo del derbi turco, que no ha olvidado los mensajes de Ibrahimovic?

Leao y Lautaro

El Milan tiene más hombres capaces de resolver con una jugada técnica (Theo, Díaz, Leao), un recurso preciado en un doble enfrentamiento que promete ser bloqueado, como el de 2003. Evidentemente la presencia o ausencia de Leao transfigura el escenario, sin Sin embargo olvidando la «reacción de la Lazio»: todos dispuestos a dar más para compensar la ausencia del líder técnico. El Inter, último en la Serie A por regates, no tiene tantos jugadores clave para jugar, pero responde con una potencia de ataque que Pioli no puede permitirse. Lautaro, Lukaku y Dzeko, en los octavos de final del campeonato, han sumado 9 goles frente a los 2 de Leao. Giroud, de hecho el único delantero, lleva 5 partidos sin marcar. Tonali y Barella encarnan la ética de trabajo milanesa. Dos defensas sólidas y dos porteros en llamas, que podía decidir, como Abbiati en 2003. A la mayor confianza histórica del Milan, el Inter contraataca con un físico superior para gastar incluso a balón parado. Resumiendo: equilibrio. Ghe shem: jugar. Esperemos entretenimiento y comportamiento saludable: Europa nos está mirando. Dada la tendencia de los tiempos, recordemos lo que dijo Einstein, que vivía en via Bigli: «Pertenezco a la única raza que conozco: la humana».



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