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«De pie en el Museo de Historia Natural de la ciudad de Nueva York, frente a una exposición temporal sobre descubrimientos científicos recientes relacionados con los cambios epigenéticos en el cerebro después del abuso en la primera infancia. Era un fin de semana, así que el lugar estaba repleto y no podía parar las lágrimas Después de unos minutos, un empleado del museo apareció con una caja de pañuelos y me dirigió a través de una puerta cercana solo para empleados, detrás de la cual había un pequeño rincón equipado con una silla cómoda, una mesa y más pañuelos. No fui la primera persona en sufrir un colapso frente a esa exhibición».
«Después de eso, comencé a hacer una investigación profunda sobre TEPT de inicio en la infancia, y de repente, mi vida comenzó a tener sentido. No sé de qué otra manera decirlo. Y entonces, vino la rabia. Eso tomó mucho tiempo para trabajar. más de 10 años. Todavía me cuesta perdonar a las personas que deberían haberme ayudado cuando era niño».