Ucrania está lista para la contraofensiva, pero queda un obstáculo obstinado

Las tropas ucranianas están bien equipadas y llevan semanas acercando las armas occidentales al frente. Están listos para pasar a la ofensiva. Pero el suelo inusualmente húmedo es un obstáculo que el ejército ucraniano, a pesar de todo su ingenio, encuentra difícil de superar.

“Mientras no mejore el tiempo, no habrá contraofensiva”, dice al New York Times un teniente de la 43.ª Brigada de Artillería. «Los vehículos se quedarían atascados y ¿qué hacemos cuando comience el tiroteo?».

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Los ucranianos describen el lodo como profundo y oscuro, como una mezcla de masa para galletas y cemento húmedo. La papilla fangosa bloquea las armas y arranca las botas de los pies de los soldados que avanzan. Las ruedas siguen girando, lo que hace que los vehículos militares se hunda aún más en el lodo.

Mientras tanto, Kiev está bajo una presión extrema: la contraofensiva debe comenzar pronto, para evitar un punto muerto que podría durar mucho tiempo. La región más probable para el avance ucraniano es Zaporizhia, aproximadamente la mitad de la cual está ocupada por tropas rusas. Pero también hay muchas tierras de cultivo que, dependiendo del clima, pueden convertirse en un obstáculo fangoso.

Una cálida primavera tardía y un caluroso verano: esa es ahora la gran esperanza de los ucranianos. Luego, el suelo puede secarse y endurecerse nuevamente, ideal para tanques pesados ​​y artillería. Pero cuándo sucederá eso es un gran signo de interrogación para todos. Las lluvias de primavera han sido mucho más intensas de lo habitual este año. Los fuertes aguaceros de las últimas semanas han convertido el campo de batalla de Zaporizhia en una sopa gelatinosa.

“Esta ha sido una primavera inusual”, dice un comandante de brigada. “Nunca ha llovido tanto”.

En condiciones secas, en terreno firme, los obuses blindados alemanes son rápidos y maniobrables, lo que permite a los soldados disparar algunas rondas y luego retirarse antes de que el enemigo responda. Pero la electrónica del obús es muy sensible a la humedad y la suciedad. Los soldados tienen que ponerse botas o zapatillas especiales cuando entran en el obús, cada vehículo tiene su propia aspiradora.

Los soldados tienen que limpiar el cañón de su obús manchado de barro con un cepillo largo de metal, como si fueran deshollinadores. “Si disparas dos cargas completas de munición, el mantenimiento llevará un día entero”, explica un soldado.

Sin embargo, los tanques lo han hecho bien en el campo de batalla hasta ahora, a pesar de las condiciones fangosas. El día antes de que los soldados fueran llamados a su base debido al clima, la brigada anotó dos impactos directos en un tanque ruso y noqueó a algunos soldados de infantería, informa el teniente.

“Por supuesto que todos estamos esperando la contraofensiva”, dice. Pero el clima dicta la ley aquí.

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