Del resto de Europa llegan señales distintas, con el estancamiento de Alemania y el -débil- crecimiento registrado por Francia y España. El PIB de Alemania se mantuvo sin cambios en el primer trimestre del año respecto al cuarto trimestre de 2022, tras ajustes de calendario, precios y estacionalidad. Así lo ha comunicado la oficina de estadísticas alemana que recuerda que en el cuarto trimestre del año pasado el producto interior bruto cayó un 0,5% respecto al trimestre anterior, revisando a la baja el dato anterior del -0,4%. El PIB del primer trimestre de 2023 es un 0,1% inferior al del primer trimestre de 2022, tras ajustes de precios y de calendario.
Francia: el PIB aumenta un 0,2% en el primer trimestre
Es un poco mejor más allá de los Alpes. El crecimiento de la actividad económica francesa alcanzó el 0,2% en el primer trimestre de 2023 respecto al trimestre anterior, apoyado en el dinamismo de la producción industrial y el comercio exterior, según ha afirmado hoy el Instituto Nacional de Estadística (Insee).
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, elogió la «solidez» de la economía francesa, cuyos «elementos fundamentales se mantienen». Las empresas siguen invirtiendo y creando puestos de trabajo, acercándose a nuestro objetivo de pleno empleo», agregó. Si bien el consumo de bienes de los hogares cayó un 0,2% en el primer trimestre con una fuerte caída en los alimentos, golpeó la inflación de dos dígitos, la producción de los bienes y servicios se aceleraron un 0,4 por ciento.
España: El PIB se acelera un 0,5% en el primer trimestre
Signo más también en Madrid. En el primer trimestre, el crecimiento económico español se aceleró ligeramente hasta el 0,5%, gracias al repunte de las exportaciones y la inversión empresarial, según una estimación provisional publicada por el Instituto Nacional de Estadística INE.
Esta tasa, que es un buen augurio para la economía española, es 0,1 punto superior al dato de crecimiento del tercer y cuarto trimestre de 2022, revisado al alza en 0,2 puntos hasta el 0,4 por ciento. También es superior a la previsión del Banco de España, que preveía un incremento del producto interior bruto del 0,3%. Esta ligera aceleración se explica por el buen comportamiento del sector agrícola, donde la actividad aumentó un 4,8%, pero también de la construcción (+2,5%) y la industria (+0,6%), con el sector servicios en ligera contracción (-0,1%). ).