El problema con el bruxismo es la mandíbula estresada, que sufren especialmente las mujeres.


drechinar los dientes especialmente al dormir, dolores de cuello y de cabeza, hasta el molesto tinnitus en los oídos son todas consecuencias de mandíbula estresada. Es decir, cuando percibes un sentirse cansado y tenso alrededor de esta parte de la cara y en la zona de las arcadas dentarias con consecuencias negativas también en el estilo de vida.

Bruxismo y otros trastornos: qué significa tener la mandíbula estresada

Aparte de los efectos de las enfermedades neurodegenerativas y musculares, la mayoría de las dolencias mandibulares son causadas por el estrés. No en vano, hablamos de una mandíbula estresada o de síndrome de Costen y se caracteriza por una serie de trastornos, malos hábitos e incluso consecuencias dolorosas que, comenzando por la parte inferior de la cara, pueden llegar a afectar a toda la cabeza.

«La mayoría de las veces estas sensaciones desagradables se dan a nivel de la articulación temporomandibular con consecuencias negativas en la calidad de vida de quienes la padecen. Este trastorno suele estar relacionado con la ansiedad y el estrés que hacen que la mandíbula se bloquee tanto de noche como de día, sin darnos cuenta. lo que lleva a rechinar los dientes» explica el Dra. Beatrice Casoni, especialista en psiquiatría en Bolonia.

¿Síntomas? «Los principales son dolor en la mandíbula, molestias al hablar, bostezar o comer. También pueden conducir a la congestión de los oídos, al llamado «tinnitus», es decir, escuchar un zumbido en el oído, tinnitus, dolores de cabeza y tensión en los músculos del cuello. Por lo general, estos síntomas son más frecuentes por la mañana nada más despertarse y, por lo general, se intensifican a lo largo del día. Doctor Marco Soverini, cirujano dentista en Ferrara.

Las causas de la mandíbula estresada

«Las causas pueden ser físicas, malas posturas y malos hábitos. como el uso excesivo de chicle, morderse las uñas y rumiar, aunque en el 70% de los casos son de carácter psicológico. Ambas causas conducen a trastornos de tres tipos principalmente: paramorfismo, dimorfismo e hipermorfismo. Básicamente todas estas alteraciones se pueden resolver a nivel funcional, por lo tanto con un dentista, o con apoyo psicológico. Por eso, en estas situaciones, siempre es necesario realizar también una cuidadosa evaluación psicológica del paciente precisamente para rastrear el problema», explica el Dr. Soverini.

¿Estos problemas afectan a todos sin distinción? «Se ha señalado que este síndrome se presenta con mayor frecuencia en mujeres de entre treinta y cincuenta años y también se ha demostrado que quienes padecen trastornos del estado de ánimo y ansiedad, abusan del alcohol o la cafeína e incluso las drogas padecen este tipo de problemas», explica el Dr. Casoni.

¿Por qué se estresa la mandíbula?

Pero, ¿por qué el estrés afecta principalmente a la mandíbula? «El aparato bucal, a través del contacto rítmico y fisiológico entre los dientes, activa sistemas automáticos que contribuyen a mantener el equilibrio de nuestro sistema nervioso, en particular esto ocurre a través de la estimulación del nervio trigémino que inerva estas áreas. Entonces en realidad este mecanismo sería saludable, si sucede correctamente es un sistema de protección contra el estrés”

«Sin embargo, cuando uno sufre estrés, el mecanismo se vuelve nocivo: no es casualidad que algunos estudios hayan demostrado que en sujetos que rechinan los dientes de forma patológica durante la noche, tienen niveles más elevados de catecolaminas y cortisol urinarios, los que podríamos definir como de estrés por excelencia. O nuevamente, las personas que sufren de estrés caracterizado por la competitividad, la impaciencia, la ambición, la incapacidad para relajarse y un gran sentido de urgencia son más propensos a desarrollar bruxismo y apretar la mandíbula» explica la psicóloga.

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¿Cómo trabajan los dentistas y psicólogos?

En estos casos es la acción sincronizada del odontólogo y el psicólogo es fundamentaltambién porque estos problemas involucran músculos que se contraen unas 16 veces por minuto, o 10.000 veces al día, creando verdaderas molestias.

“En lo que respecta al dentista, el problema se puede abordar trabajando en la oclusión por medio de dispositivos diseñados para equilibrar los diversos músculos que supervisan el correcto funcionamiento, como placas de liberación, placas Michigan o Bite plane durante la fase crónica y mediante tratamientos farmacológicos o físicos, como la terapia con láser, durante la fase aguda», explica el experto odontólogo.

Por otro lado, a nivel psicológico, además de entender cuál es la causa del malestar, trabajamos en el cambiar algunos hábitos diarios como la postura, el control de la respiración diafragmática, el descanso correcto. A esto se suman algunos ejercicios para hacer en casa que siempre deben ser recomendados por una persona competente como inflar un globo, masajear las sienes, el interior y exterior de las mejillas, o el cuello y la parte inferior de la mandíbula. “Todavía es reconfortante saber que para la mayoría de estas dolencias existe una cura adecuada y es simplemente adoptando un estilo de vida más correcto y eliminando las causas principales una vez identificadas las causas principales se puede solucionar el problema» concluye el Dr. Soverini.

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