El primer alunizaje de una fiesta comercial debe desentrañar el misterio del ‘polvo lunar pegajoso’

La sonda espacial Hakuto-R de la compañía iSpace sigue viajando en órbita a 100 kilómetros de la superficie lunar, pero debe comenzar a aterrizar el martes a las 18:40 hora nuestra. Si todo sale según lo planeado, el módulo de aterrizaje empujará sus pies hacia el llamado cráter Atlas en el noreste de la luna una hora más tarde. Hakuto significa ‘conejo blanco’ en japonés, en referencia a una antigua leyenda japonesa de que un conejo blanco viviría en la luna.

Aunque los primeros alunizajes exitosos datan de la década de 1960, sigue siendo un desafío tecnológico. En 2019, un módulo de aterrizaje lunar israelí no redujo la velocidad lo suficiente y se estrelló en la superficie. Un intento de la India también fracasó. Hasta ahora, solo Rusia, Estados Unidos y China han logrado un aterrizaje suave. iSpace también podría convertirse en la primera fiesta comercial en aterrizar en la luna.

A bordo hay un vehículo lunar de 10 kilogramos, lo suficientemente pequeño como para caber en un carrito de compras. Técnicos de los Emiratos Árabes Unidos equiparon el vehículo lunar con cámaras y otros equipos. Las ruedas en sí mismas también son una especie de dispositivo de medición, con un borde exterior de diferentes materiales que los científicos sienten curiosidad por saber cómo reaccionan al polvo lunar. Ese conocimiento podría ayudar a diseñar futuros trajes lunares y otros materiales que puedan soportar las duras condiciones de la luna.

Grueso y errático

Los astronautas del Apolo descubrieron lo pegajoso que es el polvo lunar en la década de 1960; se adhirió a botas, trajes e instrumentos. Los riesgos son pequeños para una estadía corta en la luna, pero para misiones a largo plazo, el polvo cargado electrostáticamente podría causar fallas en las máquinas y equipos debido a la radiación del sol. Los científicos también están preocupados por los efectos en la salud si los futuros astronautas arrastraran el polvo a sus cabinas presurizadas después de los paseos lunares y lo inhalaran allí.

A diferencia de los granos de arena de la Tierra, el polvo de la Luna no ha sido pulido por el viento y la fricción. Es tosco y errático, y podría asentarse en los pulmones, temen los científicos de la NASA. Los astronautas del Apolo que previamente inhalaron pequeñas cantidades encontraron que olía a pólvora y experimentaron reacciones alérgicas leves.

Hakuto-R se ajusta a una tendencia de renovado interés en la luna. Varias empresas quieren aterrizar allí en los próximos años, con instrumentos de medición que van desde un enjambre de mini rovers que caben en la palma de la mano hasta un taladro para buscar bajo tierra. La NASA también quiere volver a poner astronautas en la luna en 2026, como un trampolín para el próximo salto gigante: un humano en Marte.





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