El nuevo director ejecutivo de Toyota advirtió sobre «una sensación de crisis» en torno a su negocio en China y se comprometió a impulsar las cadenas de suministro locales para vehículos eléctricos a medida que se intensifican los desafíos tecnológicos y geopolíticos.
En una entrevista grupal el viernes, Koji Sato, quien asumió el mando de Toyota a principios de este mes, prometió esfuerzos «audaces» para impulsar una mayor localización mientras el grupo japonés intentaba seguir el ritmo de un rápido cambio tecnológico en el mercado de automóviles más grande del mundo. “Siento una sensación subyacente de crisis de que necesitamos acelerar nuestros esfuerzos para hacer negocios en este mercado”, dijo.
En los últimos meses, los fabricantes de automóviles japoneses han registrado las caídas de ventas más pronunciadas en China entre las marcas extranjeras debido al lento despliegue de vehículos que funcionan con baterías. Las ventas de vehículos de Toyota para 2022 en China cayeron por primera vez en una década.
Toyota presentó dos modelos de su serie eléctrica bZ en el Salón del Automóvil de Shanghái de la semana pasada. Pero Sato dijo que el evento subrayó la escala de los avances que China ha logrado en vehículos eléctricos y en tecnología de conducción autónoma.
“Es importante aumentar la velocidad desde el desarrollo hasta la producción de vehículos eléctricos con batería en China”, dijo Sato.
Sus comentarios se producen cuando las empresas japonesas se enfrentan a los crecientes riesgos geopolíticos de las tensiones entre Beijing y Washington. Varios grupos multinacionales están reduciendo su exposición a China y se están instalando en otros países, como parte de una estrategia de producción de “China más uno”. Los fabricantes extranjeros también pretenden fabricar piezas y automóviles dentro de China exclusivamente para uso dentro del país.
Para los fabricantes de automóviles extranjeros, el desacoplamiento ha sido más difícil ya que todos tienen empresas conjuntas con grupos chinos locales y las empresas han seguido invirtiendo en el mercado debido a su gran tamaño. Volkswagen anunció la semana pasada que invertiría mil millones de euros en la creación de un nuevo centro de innovación en China.
Toyota firmó un acuerdo con el grupo chino de baterías CATL en 2019 para desarrollar baterías para vehículos eléctricos. También se asoció con BYD, el mayor fabricante de automóviles eléctricos e híbridos de China, en el sedán bZ3, su segundo modelo eléctrico producido en masa en China, que se espera lanzar este año.
Toyota enfatizó que siempre había producido autos cerca de sus consumidores y que muchos de sus modelos existentes en China se producían localmente. Aún así, Sato dijo que «una cadena de suministro compacta» con costos logísticos más bajos era esencial para aumentar la productividad en los vehículos eléctricos.
Toyota seguirá una estrategia de localización igualmente agresiva para los vehículos eléctricos en los EE. UU., donde la administración Biden está ofreciendo generosos créditos fiscales para llevar las cadenas de suministro y la fabricación al país, agregó.
“En áreas donde hay una aceleración en el cambio hacia los vehículos eléctricos de batería, como China y EE. UU., debemos ser audaces con la producción local”, dijo Sato.