El partido entre los equipos de fútbol de primera división holandeses FC Groningen y NEC Nijmegen se detuvo después de 17 minutos el sábado por la noche después de que se arrojara una copa a un árbitro asistente. Aún no se habían marcado goles en el duelo de la Eredivisie a estas alturas.
El juez de línea recibió un golpe en los pantalones durante el lanzamiento. Las reglas de la Asociación Holandesa de Fútbol KNVB estipulan que el juego debe suspenderse después de tal infracción del espectador.
Según el diario “Telegraaf”, el lanzador de copas fue capturado.