La semifinal enriquece al Inter: con 25 millones de euros, la venta de un gran jugador ya no es una obligación

Entre el premio de la UEFA, el cobro del derbi de vuelta y el market pool, la cantidad que cobrarán los nerazzurri del derbi de la Champions les permitirá evitar dolorosos sacrificios antes del 30 de junio

Gracias Europa. No es ningún secreto que la Champions League significa una lluvia de dinero a cada paso que das, pero el Inter -al igual que el Milan- está experimentando cuántas satisfacciones económicas se pueden obtener al llegar a semifinales. Y precisamente teniendo en cuenta que los nerazzurri habían incluido en el presupuesto los ingresos de unos hipotéticos cuartos de final de la Europa League, el acceso entre los cuatro mejores equipos del continente les premia con ingresos frescos en las arcas del club.

El tesoro

El grupo con el Bayern de Múnich y el Barcelona -además del Viktoria Plzen-, de hecho, había sugerido cautela a los propietarios, que habían previsto un tercer puesto y, por tanto, el descenso a la segunda competición europea. El equipo de Simone Inzaghi, por su parte, ha superado todas las expectativas y las cuentas de la empresa se están beneficiando de ello. Entrando en detalles, la eliminación del Benfica vale unos buenos 12,5 millones de euros en premios de la UEFA, a los que hay que añadir la recaudación de la vuelta de semifinales ante el Inter de Milán: si el partido de ayer contra el Benfica valió 8,2 millones, una cifra de entre Se pueden esperar 8,5 y 9 millones. A estas dos partidas hay que sumar el aumento del market pool en el componente que tiene en cuenta la trayectoria en la competencia y el total puede rondar los 25 millones.

Mercado

Es mucho, mucho si se tiene en cuenta que la despedida anunciada de Milan Skriniar en forma gratuita había obligado a la dirección a presupuestar la venta de (al menos) un gran jugador antes del 30 de junio. Con esta suma, a la que hay que sumar lo inesperado -en el presupuesto- superación de la fase de grupos y los octavos de final, el sacrificio ya no es obligatorio: bastará para rentabilizar uno o dos de los jóvenes cedidos (no Giovanni Fabbian, por quien el Inter quiere apostar) y luego se cerrará oficialmente la temporada 2022-2023. Evidentemente, este mecanismo va más allá de lo que pueda suceder a partir del 1 de julio: de hecho, sigue siendo fundamental que los nerazzurri aseguren la clasificación para la próxima Champions League, a través de uno de los cuatro primeros lugares de la liga o mediante la victoria en la presente edición, porque de lo contrario no habría un pilar económico fundamental sobre el que construir el presente y el futuro. Y la palabra “sacrificios”, en plural, volvería dolorosamente a la actualidad.



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