De Shanghái a Nueva York, Saulo Brambilla compartió con ellos césped y vestuario durante diez años en la cantera del Inter: “Michele era un monstruo en la línea de gol y en los penaltis, Federico impresionaba con su carrera y sus goles. Y cuántos días después el patio de recreo juntos”
Uno Dimael otro Digre. Es imposible separar a los compañeros de equipo de toda la vida de los apodos con los que han sido llamados durante una década. Y así, para Saulo Brambilla, Federico Dimarco y Michele Di Gregorio siguen siendo precisamente Dima Y Digre: “Empecé a jugar con ellos cuando tenía ocho años y fuimos compañeros de equipo hasta la primavera, así que alrededor de los dieciocho”.