El regreso de Nole y las ambiciones de Sinner, el intento de Musetti y Berrettini por retomar el rumbo, el estado de forma de Zverev y Tsitsipas, Medvedev sobre tierra batida: pese a la ausencia de los dos españoles, el torneo de tierra batida que comienza hoy tiene muchos motivos de interés
Montecarlo echará de menos al príncipe (Rafael Nadal, 11 títulos) y al heredero designado, Carlos Alcaraz. Incluso el pupilo del tío Toni (Auger-Aliassime), como si fuera una muestra de respeto ante la ausencia de Rafa, no participará en el primer Masters 1000 sobre tierra batida. El martes, anunciaron sus pérdidas una tras otra, en cuestión de minutos. Matanza de grandes nombres, pero bastaba tener el marcador en la mano para darse cuenta de que sí, el torneo del Principado merece la pena seguirlo.
EL CAMPEÓN DE LA TENENCIA
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Mientras tanto, ¿por dónde empezamos de nuevo? Desde la victoria de Stefanos Tsitsipas, la segunda consecutiva. En 2022 el griego venció en la final a Davidovich Fokina en tierra batida, este año es de los que hay que seguir: perdió tras la final del Open de Australia (solo tres partidos ganados entre Rotterdam, Miami e Indian Wells) y, sobre el papel , podría ser el protagonista de una semifinal entre especialistas contra Casper Ruud. En octavos se enfrentará a uno entre Bonzi y Zapata Miralles, en octavos eventualmente Coric o Jarry (o un clasificado), en cuartos Fritz como cabeza de serie. Hay espacio para una mayor exaltación en el Principado.
EL HAMBRE DE NOLE
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El hombre más esperado, sin embargo, es otro, con el debido respeto a Stefanos. Novak Djokovic ya está disfrutando del nuevo circuito con eventos multitudinarios, como regatear en la cancha en miniatura con Jannik Sinner. Sol y buen humor, pero pronto llegará el momento de “cambiar” y entrar en modo caníbal. Cuando Nole tiene hambre -en los últimos meses se le ha visto en Wimbledon, en las Finales de la ATP, en el Abierto de Australia- es aún más aterrador. Tsitsipas es el cabeza de serie número 2, Djokovic es el 1. El griego está en la parte baja, el serbio en la parte alta y podría encontrar a Sinner en cuartos de final, quizás tras enfrentarse a Musetti en octavos de final. El Djoker comenzará a desafiar a McDonald oa un perdedor calificado/afortunado (se perderá Nakashima); En cambio, Lorenzo debería ganar contra Kecmanovic en la primera ronda, y luego posiblemente contra el comodín Vacherot o un clasificado.
HISTORIA
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Djokovic anda a la caza del trío en Montecarlo: ha ganado las dos últimas finales disputadas, en 2015 ante Berdych después de la de 2013 ante Nadal. Ganar a Rafa en el Principado es cosa de pocos: el español ganó 71 partidos de 75 en el torneo, 46 de ellos seguidos entre 2005 y la final que perdió en 2013 con Nole. El monopolio de Nadal es una de las razones por las que Roger Federer nunca ha logrado ganar en Montecarlo, con cuatro derrotas finales (incluidas tres con Rafa, entre 2006 y 2008), así como en Roma. Hay un aire de historia en el club enclavado entre el mar y la montaña, en un entorno único. En el que pueden surgir desafíos legendarios en cualquier momento, incluso en ausencia de los 3 grandes: el partido de cuartos de final del año pasado entre Sinner y Zverev es inolvidable, con la victoria del alemán en el tie break del tercer set.
PECADOR Y BERRETTINI
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Jannik regresa al Principado con los hombros anchos tras un excelente comienzo de 2023. Ya tiene los ojos puestos en un hipotético cuarto ante Djokovic, que lograría superando a uno de Schwartzman o Goffin en octavos antes de encontrar finalmente a uno de Hurkacz, Djere. , Báez y Draper. Para aquellos que lleguen a semifinales por ese lado, entonces, el oponente podría ser uno de Medvedev (demoledor en canchas duras pero todo menos amante de la tierra batida, es el posible oponente de Sonego en la segunda ronda), Rune (debe recuperar la continuidad) y Zverev, cuyo recorrido de ascenso puede sufrir una importante aceleración sobre tierra batida, partiendo quizás desde Montecarlo. En la parte superior también está Berrettini, así que debemos avanzar paso a paso: Cressy el primer obstáculo, luego posiblemente uno entre Norrie y Cerundolo primero, en papel, de Rune y uno entre Zverev y Medvedev. Camino traicionero y potencialmente cuesta arriba. En resumen: nada más que poco interés, incluso sin Nadal y Alcaraz no faltan motivos para seguir el primer Masters 1000 sobre tierra batida. Comienza el domingo con un pequeño sabor (Coric-Jarry, Huesler-Munar y Hurkacz-Djere), a partir del lunes se pone serio.
9 de abril de 2023 (cambio 9 de abril de 2023 | 13:14)
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