Europol expone los métodos de trabajo de las bandas de narcotraficantes de Amberes y Róterdam: así engañan con el ‘pasaporte’ de los contenedores

A pocos sorprenderá que cada vez más drogas entren en Europa por los puertos. Al menos 200 toneladas de cocaína han entrado en Europa en los últimos años solo por los puertos de Amberes y Rotterdam. Por lo tanto, la organización policial europea Europol está seriamente preocupada por el creciente impacto de este comercio en nuestra seguridad y economía legal. Están bajo una presión cada vez mayor, según un nuevo informe elaborado en colaboración con los puertos.

Lo que es particularmente sorprendente es que las bandas de narcotraficantes utilizan cada vez más el fraude con el código PIN. Este sistema es bastante simple. Tan pronto como se paga a una empresa de transporte por el envío de un contenedor, crea un código pin único para este contenedor. Con este código, la naviera confirma que el contenedor puede ser descargado en el puerto de destino, y que el cliente puede recoger este contenedor en la terminal. Este código también se transfiere a la empresa de transporte que recogerá el contenedor por cuenta del cliente.

“Las bandas se infiltran en este proceso logístico y utilizan los códigos PIN de los contenedores en los que han escondido drogas, preferiblemente sin el conocimiento del propietario”, dice Europol. “Estos códigos luego se transfieren a los transportistas de su propia red, para que puedan recoger los contenedores”. Fuera del puerto, la droga se retira del contenedor lo más rápido posible. Luego, algunas pandillas intentan devolver el contenedor a su legítimo propietario, aunque a veces simplemente se queda a un lado de la carretera o desaparece.

rivalidad callejera

Europol señala que las pandillas también están creando cada vez más redes locales de empleados portuarios corruptos. Deben retirar las mercancías ilegales. “Como efecto secundario de estas actividades y la rivalidad que conlleva, la violencia a menudo se extiende a las calles de los pueblos de los alrededores”, dijo el análisis. El sábado pasado se cometió un fuerte atentado en Amberes, en el que resultaron dañadas una veintena de casas. Mechelen también sufre ataques relacionados con las drogas.

Según el alcalde de Amberes, Bart De Wever (N-VA), este informe subraya la importancia de la cooperación transfronteriza, tanto entre los puertos como entre los distintos servicios de seguridad. “Llevamos varios años trabajando bien con Róterdam, pero en los últimos años también hemos notado interés de otros puertos importantes como el de Hamburgo, o de España y Portugal. También son sensibles a la infiltración”, dice el portavoz de De Wever.

En una cumbre especial de seguridad con las compañías navieras belgas y holandesas en febrero, ya se decidió reforzar la detección del tráfico de drogas. Sin embargo, según De Wever, también hay un papel importante para los servicios de seguridad, que aún no cuentan con suficiente personal. Su portavoz: “A nivel federal, la gente ahora está tomando medidas gradualmente, entre otras cosas, para compensar la grave escasez en la policía de envío. Pero la policía judicial federal sigue estando considerablemente desprovista de personal”.



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