Dejar para

Detrás de mí en la cola para la caja del supermercado hay un chico de unos trece años. Claramente un estudiante del gimnasio adyacente. Él tiene que pagar un croissant y yo tengo un carrito lleno. “Tú vas primero”, le digo, “de lo contrario, llegarás tarde después del descanso”. Liquida sus ochenta céntimos con un euro y le devuelven veinte céntimos. Me entrega la moneda: “Gracias por dejarme ir primero, señora, y esta es para usted”.

Los lectores son los autores de esta columna. Un Ikje es una experiencia personal o anécdota en un máximo de 120 palabras. Enviar a través de [email protected]



ttn-es-33