Por ejemplo, dicen que fueron abandonados, amenazados y golpeados por hablar a favor de Ucrania. Apenas conseguían comida y estaban encerrados en un sótano.
“Nos preguntaron quién extrañaría nuestra casa. Y dijeron que nos llevarían a un internado militar y nos sentaríamos allí y entenderíamos todo”, testifica un niño.
Los rusos también les habrían dicho que la liberación de Kherson no se había producido y que siempre serían “hijos de Rusia”.
Según la Oficina Nacional de Información de Ucrania, un total de 308 niños ucranianos ya han sido devueltos desde Rusia.