Diez años de prisión por homicidio involuntario durante rip deal
Sacha B. ha estado activo como traficante de drogas desde el verano de 2018. A través de Telegram entró en contacto con ‘Agach’ Mahmudov, quien aseguró querer comprar 250 gramos de cannabis.
El 25 de febrero de 2020 habían quedado en encontrarse cerca del Geitepark en Roeselare. La víctima tuvo un rifirrafe con tres compañeros (no pagues por las drogas, ed.) planeado.
Discusión
Esa noche en particular de su vigésimo cumpleaños, B. fue en bicicleta al Goat Park alrededor de las 8 p.m. Cuando se fijó en dos de los compañeros de Mahmudov, se produjo una acalorada discusión. Durante ese conflicto, el joven Menenaar fue herido de muerte por una bala.
B. huyó a su domicilio, pero ya fue detenido unas horas después. Desde el inicio de la investigación, el residente de Roeselare ha declarado que él mismo no estaba armado.
“Autodefensa o Incitación”
En sus propias palabras, entró en pánico cuando vio que Mahmudov sí tenía un arma. Habría disparado accidentalmente después de quitarle el arma a la víctima.
En esas circunstancias, el maestro Johan Platteau argumentó sin éxito que hubo legítima defensa o al menos incitación. La intención de matar también fue discutida sin éxito.
“desproporcionado”
Cualquier legítima defensa legal también fue dejada de lado en la sentencia. Se notó que la víctima solo quería robarle la droga al acusado.
El tribunal y el jurado encontraron que la agresión de Agach fue limitada de todos modos, lo que hizo que la reacción de B. fuera desproporcionada. Los compañeros de Mahmudov estaban a una distancia relativamente segura en ese momento. El propio imputado no sufrió lesiones de consideración.
Ultimas palabras
Antes del veredicto del jurado, el acusado, como es habitual, tuvo la última palabra. “Me gustaría decir que lamento mucho lo que sucedió. Nunca debería haber sucedido y nunca fue mi intención”.
“Si hubiera sabido que mis ventas de drogas podrían tener consecuencias tan dramáticas, nunca lo hubiera comenzado”. Finalmente, se dirigió a los familiares de las víctimas. “Lo siento mucho, nunca quise”.