«Esta presencia mía ha causado discusión. Señores, me han abucheado desde que tenía 16 años. Podría ser “Caballero del Mérito” en este asunto. Las protestas no me asustan. La comparación es necesaria, útil. Es el día de Giorgia Meloni, primera ministra del gobierno de centroderecha, en el escenario del congreso de la CGIL en Rimini. Tan pronto como subió al escenario del congreso de la CGIL, el coro de “Bella ciao” partió del público de algunos participantes que abandonaron inmediatamente el salón.
«No me asusto de las disputas -añadió-, razón mucho más profunda por la que estoy aquí hoy, 17 de marzo, día de la unidad nacional. Hoy se ha llenado un vacío que ha visto la ausencia del jefe de gobierno de su congreso durante 27 años, hoy podemos celebrar la unidad nacional. El contraste tiene incluso un papel positivo, la unidad da sentido al contraste. Trabajamos con diferentes creencias por un mismo fin, el bien de la nación. La riqueza la crean las empresas, con sus trabajadores».
“Debemos enfocar todo en el crecimiento económico”
“Italia -recordó el Primer Ministro- tiene una tasa de empleo históricamente baja: 58% en 2021, al menos 10 puntos por debajo de la media de la UE, peor para las mujeres con una brecha de 14 puntos, salarios bloqueados durante años, salarios inferiores a los de 1990 mientras en Alemania las subidas han sido del 30%: quiere decir -subrayó Meloni- que las recetas no han funcionado hasta ahora, hay que apostarle todo al crecimiento económico”.
“Reducir la carga y contrarrestar la evasión”
Meloni subió al escenario de la CGIL al día siguiente del visto bueno del Consejo de Ministros a la reforma tributaria. “Estamos trabajando para entregar a los italianos una reforma integral que reforme la eficiencia de la estructura tributaria, reduzca la carga tributaria y combata la evasión fiscal, que simplifique el cumplimiento y cree una relación de confianza entre el Estado y el contribuyente”, dijo. “Queremos utilizar la palanca fiscal como herramienta de crecimiento económico, una reforma que mire con mucho cuidado el trabajo, con intervenciones en rentas medias-bajas y novedades para los empleados”, prosiguió el primer ministro.
En los días que precedieron a la manifestación, tanto en el seno del sindicato como en la izquierda, se debatió si invitar al líder de los Hermanos de Italia a lo que es, a todos los efectos, el baluarte de ese planteamiento político que hace de la oposición para el primer ministro una certeza. Una plaza incómoda para Meloni, cuya intervención se produce al día siguiente de la participación de la secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein y el presidente del Cinco Estrellas Giuseppe Conte. En esa ocasión, se escenificaron los ensayos generales para la construcción de una agenda de la oposición política y social precisamente al ejecutivo de Meloni.