Por lo tanto, los aviones rusos que vuelan hacia el oeste tienen que hacer un desvío cada vez mayor. Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Alemania, Estonia, Finlandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Francia, Austria, Polonia, Rumanía, Eslovenia, República Checa, Reino Unido y Suecia están cerrando su espacio aéreo a los aviones rusos. La medida aún no está oficialmente en vigor en todas partes.
“El espacio aéreo europeo es espacio aéreo abierto”, escribió el domingo el primer ministro Alexander De Croo (Open Vld) en Twitter sobre la decisión de cerrar también el espacio aéreo belga a las aerolíneas rusas. “Está abierto a aquellos que quieren conectar a la gente, no a aquellos que quieren cometer una agresión brutal”. Por su parte, el ministro de Movilidad, Georges Gilkinet, escribió que Europa debería “aislar” a Rusia económica, financieramente, pero también en el espacio aéreo. “Trabajamos junto con nuestros colegas europeos para esto”, suena.
Moscú también ha cerrado su espacio aéreo a varias aerolíneas extranjeras. El suizo seguirá volando a Rusia por el momento. El transportista proporciona una conexión regular y continúa utilizando el espacio aéreo ruso. La empresa matriz suiza Lufthansa y su hermana Austrian Airlines no utilizarán el espacio aéreo ruso durante al menos una semana.