Miles de migrantes hacia Italia: Túnez está en alerta. Aquí porque


Hay un boom de salidas a Italia (unas 4.600 en 48 horas) pese al endurecimiento de las llegadas irregulares con el decreto de migrantes aprobado por el CDM en Cutro. Y la máquina de rescate marítimo se movió con un impresionante despliegue de fuerzas, incluido un barco de la Marina, llamado por la Guardia Costera debido a que había demasiada gente para asegurar. Avanzamos hacia la primavera -y unas condiciones meteorológicas más favorables para viajar- con números que preocupan al Ministerio del Interior: las llegadas en 2023 ya son 17.500, un 194% más que el año pasado. Los datos de Frontex también registran el aumento de los flujos en el Mediterráneo central: +116 %.

Caudales altísimos en el Mediterráneo central

La ruta del Mediterráneo Central, fundamentalmente desde Libia y Túnez, sigue siendo atravesada por decenas y decenas de pequeñas embarcaciones. La grave crisis económica que asfixia a Túnez junto a las recientes declaraciones del presidente tunecino Kais Saied que pedía «medidas urgentes» contra la inmigración ilegal de africanos subsaharianos a su país, han provocado de hecho un boom de salidas a Italia. Solo lee los datos. Las cifras publicadas por la Guardia Costera de Túnez dan cuenta de 25 operaciones migratorias ilegales frustradas y 1.008 personas rescatadas en el mar solo en la última noche, 954 de las cuales procedían de varios países del África subsahariana.

Los que no tienen permiso de residencia embarcan para Italia

El clima es «cada vez más ansioso», según afirma la Asociación de Estudiantes y Aprendices Africanos en Túnez (Aesat), y es tal que empuja a muchos de ellos a pedir la repatriación voluntaria. Más de 1.700 marfileños de los 7.000 presentes en Túnez ya han pedido que se les permita regresar a su país, al igual que cientos de malienses y guineanos, a los que pronto se unirán ciudadanos de Gabón. Muchos africanos extranjeros, incluso los regulares, se han visto expulsados ​​de sus hogares y de sus trabajos (en su mayoría trabajos de baja categoría, mal pagados y no declarados). El efecto paradójico, sin embargo, es que los retornados voluntarios son los que estaban legalmente en Túnez -estudiantes, trabajadores-, mientras que los que no tienen permiso de residencia se ven obligados a recurrir a vías ilegales para llegar a Europa.

Naufragios cada vez más frecuentes

La crisis económica que vive Túnez -con una inflación superior al 10% y un desempleo juvenil muy alto-, en un contexto político difícil dominado por el hiperpresidencialismo de Saied, empuja literalmente a estos inmigrantes africanos a arrojarse en brazos de especuladores dispuestos a todo para conseguir dinero fácil. Cada vez son más frecuentes las salidas a bordo de barcos de hierro, construidos en el mejor de los casos. Lamentablemente, cada vez son más frecuentes los naufragios, como el de hace dos días, que costó la vida a al menos 14 subsaharianos frente a las costas de Sfax. Ante estas cifras, y con la llegada de la estación cálida, parece claro que las autoridades tunecinas, sin ayuda adicional, incluida la económica, no podrán hacer frente por sí solas a un fenómeno migratorio de esta magnitud.



ttn-es-11