Koulibaly, es un año mágico: ahora el Scudetto en Nápoles para quedarse como capitán

Con Senegal ha logrado sus objetivos. Y está listo para firmar de por vida en azul

Hay hombres con el cerebro conectado al corazón, que eligen la pasión en cada encrucijada de la vida. Kalidou Koulibaly es una de esas personas que saben destacarse en todos los campos, por cómo se muestran en el fondo. Aquí no solo estamos hablando de atención a los que están peor, porque KK también es un campeón en esto, sino también de elecciones importantes en su actividad deportiva. Sí, porque Kalidou en 2011 en Colombia participó en el Mundial Sub 20 con Francia. En ese momento jugaba, para hacerse un nombre, con Griezmann que se proclamó campeón del mundo en 2018. Podría haber seguido con los Bleus y perseguido el techo del globo. En cambio, en 2015 -cuando llevaba un año en el Napoli- prefirió elegir las raíces de su familia y vestir la camiseta verde de Senegal. Que en este 2022 le está haciendo vivir emociones indescriptibles.

Esos colores del alma

De alguna manera el discurso también se está repitiendo con el club. Sí, porque Koulibaly es considerado por los insiders como uno de los defensas más fuertes del mundo y por eso la atención sobre él, sobre todo la Premier, siempre ha sido importante. Pero a lo largo de los años, el presidente Aurelio De Laurentiis ha rechazado ofertas alucinantes (afirmó que dijo que no en 2017 a 100 millones de euros en el Chelsea de Antonio Conte). En los dos últimos veranos, Kalidou ha vivido con la maleta preparada, porque el mercado de la radio la estaba dando al principio, pero luego no pasó nada y no se preocupó por ello. Porque Nápoles es su segundo hogar, donde nacieron sus hijos y donde vive en una casa en Posillipo con una espléndida vista del Golfo, que el propietario, Ciro Ferrara, tiene la intención de dejarle por mucho tiempo. “Como quiera que acabe -repetía el senegalés en esos momentos de incertidumbre- siempre seguiré atado con mi familia a esta ciudad que tanto nos ha dado”.

suceden para siempre

Las situaciones evolucionan y a los treinta años este 2022 se mostró fabuloso para Kalidou que en febrero ganó la Copa de África con Senegal y el martes volvió a vencer a Egipto en los penaltis para clasificarse para el Mundial de Qatar el próximo noviembre. Dos satisfacciones enormes para un hombre que en su país de origen tiene la popularidad, como capitán de la selección, de poder labrar una carrera política como la de George Weah, Balón de Oro de 1995, presidente de Liberia desde 2018. Pero la política en el fondo momento no fascina a nuestro héroe senegalés que, tras levantar la Copa de África, ha conseguido una paz interior y un equilibrio envidiables. En el fondo, es como si Kalidou se preguntara: si he conseguido estos sueños con Senegal, ¿por qué no puedo hacerlos realidad también en Nápoles? El Scudetto está al alcance de la mano y él cree en él sin reservas. Hasta el punto de que tras la derrota ante el Milan intervino con decisión en el vestuario para sacudir a sus compañeros y hacer autocrítica por esa mala actuación. Así como, llegado el momento, con el club está dispuesto a hablar de la renovación de su contrato (cobra 6 millones netos al año) que expirará en 2023. La marcha de Lorenzo Insigne le llevará a convertirse en capitán, algo que fascina como ya sucedió con Senegal. En ese momento, con el presidente De Laurentiis, habrá más que entender sobre programas y ambiciones que sobre dinero. Porque si ganar con Senegal es mejor que hacerlo en Francia, incluso celebrarlo en el Nápoles da más satisfacción que hacerlo en la Premier o en otro club. El más feliz de todos sería Luciano Spalletti que, además del futbolista, admira mucho al hombre: “El que acaba de ganar la Copa de África fue a consolar a los rivales egipcios que fallaron los penaltis decisivos. Y solo entonces vitoreó. No es casualidad que sea el Comandante».

Hasta el final

Uno de los lemas que le gusta repetir en su lengua wolof es “Dém ba diex”. Ir hasta el final. En el deporte como en la vida. En el campo como al entregar una comida caliente o una chaqueta a un hermano africano sin hogar y con frío. Ahora, en este fabuloso 2022, Kalidou quiere llegar hasta el final para perseguir el sueño del scudetto e idealmente abrazar a todos los hermanos napolitanos que están realmente en su corazón. Y luego veremos si se crean concretamente las condiciones para renovar el contrato. Los hombres de esta profundidad son tan difíciles de encontrar que es una pena perderlos.



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