El Bayern es una potencia: 2-0 al PSG y clasificación. Messi y Mbappé, ¡menudo fracaso!

Todo en la segunda parte, Choupo-Moting en el 61 y Gnabry en el 89: llegar a cuartos no es problema para los de Nagelsmann

El trote casi impalpable de Messi y Mbappé es la instantánea más adecuada para contar la impotencia del Paris Saint-Germain fuera de sus fronteras, un equipo repleto de talento que en 180 minutos no consigue marcar ni un solo gol ante el Bayern de Múnich. Los imprevistos ciertamente no ayudan, desde las lesiones hasta la actuación decididamente opaca de Verratti, responsable de los dos goles bávaros. Pero a la vez no están exentos: si la eliminación de la Champions se produce cuatro veces en octavos de final en las últimas seis ediciones, el problema es endémico y no episódico. Los alemanes, por su parte, se confirman como uno de los favoritos a la victoria final, tras otra actuación compacta y astuta, realzada por una cínica concreción en un partido que dista mucho del tenor emocional de la última previa en el Allianz Arena.

El partido

Nagelsmann no experimenta y propone el mismo once que alineó en Stuttgart en la última jornada del campeonato, con Stanisic a la derecha en lugar del sancionado Pavard; Choupo-Moting lidera el ataque con Musiala, Muller y Coman detrás, único banquillo para Sané y Mané. Incluso Galtier, sin los lesionados Kimpembé y Neymar, no se desvía de la puesta a punto en la que ha apostado en las últimas salidas, con Messi y Mbappé arriba y la defensa de tres. El argentino tiene licencia para rebajarse, sobre todo porque el Bayern montó la fase de no posesión con marcas por todo el campo y cierto dinamismo es la única forma de ganar espacios. El primer toque de la noche es una diagonal de Goretzka en el cuarto de hora, en la que Donnarumma se relaja con confianza. Ambas formaciones también piden a sus laterales un gran trabajo ofensivo y se abren interesantes espacios por las bandas en las transiciones. Es lo que sucede en el minuto 25, cuando Mbappé se ensancha y Upamecano le sigue, dejando un hueco por el que se cuela Mendes; Sirve Messi, pero sus intentos son neutralizados por los cierres providenciales primero de Davies y luego de De Ligt. El PSG hace más posesión, los alemanes encuentran la manera de patear más fácilmente: Musiala hace todo solo, girando bien en el área, Donnarumma sin embargo se opone (31′). Galtier pierde a Marquinhos por lesión y da entrada a Mukiele, poco acostumbrado a jugar de tercero central. Sin embargo, su partido dura apenas unos minutos, pues en el descanso es sustituido por el joven Bitshiabu, quien celebra así su 18 cumpleaños. Antes de irse al descanso, en el minuto 38, la puerta corredera de la tarde: Sommer se lanza a una improbable salida de bola y cadena, Vitinha le roba el balón y lo coloca con demasiada delicadeza en la portería vacía; De Ligt se desliza y salva en la línea.

La recuperación

A su regreso, el Bayern de Múnich está mucho más convencido, tanto porque corta los suministros a Messi y Mbappé como porque encuentra la manera de involucrar mucho más a los centrocampistas ofensivos. Choupo-Moting es el protagonista absoluto de las fases iniciales de la segunda mitad. Involuntariamente opone el tiro casi certero de Kimmich, un cabezazo es anulado porque Müller -fuera de juego- intenta desviar el balón y al final consigue marcar con regularidad. Grave descuido de Verratti, que pierde el balón en la frontal del área bajo la presión conjunta de Muller y Goretzka; este último apoya a Choupo-Moting que sólo tiene que depositar en la red (61′). El Paris Saint-Germain intenta retomar el partido de inmediato tres minutos después, pero Sommer es superado por el cabezazo de Sergio Ramos con una intervención muy reactiva. Los esquemas se saltan, para Galtier, que juega a por todas aumentando los atacantes, los mayores peligros sin embargo siempre vienen del defensa español: siempre lo vuelve a intentar desde un córner en el minuto 82, esta vez el portero está vencido y solo puede mirar el balón toca el poste a su derecha. Todavía es demasiado poco, además el avance sin criterio es a menudo contraproducente y los parisinos son puntualmente castigados. Nagelsmann inserta para los últimos minutos a Cancelo y Gnabry, los hombres que construyen el doblete. Verratti pierde otro balón, el portugués arranca el contraataque lanzando a su compañero que pone a Donnarumma en el segundo palo. Una parada de pie del ex Milan sobre Davies evita que el pasivo se haga más pesado en la recuperación. Para el Paris Saint-Germain, la conquista de Europa se pospone demasiado pronto una vez más.



ttn-es-14