‘La clase media también lo pasará mal económicamente’: Bélgica recibe una advertencia por los altos costes sanitarios

¿Pueden las personas pagar por su atención médica? En Bélgica con menos frecuencia que en otros países de Europa occidental. Esa es la conclusión a la que llega la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su más reciente informe. Para Bélgica, colaboró ​​con el Federal Knowledge Center for Healthcare (KCE).

Según el informe, en 2020, unas 260.000 familias belgas, o el 5,2 por ciento, se enfrentaron a gastos sanitarios tan altos que se encontraron con dificultades financieras. Como resultado, apenas podían pagar otras necesidades básicas como alimentos, vivienda y calefacción. Si el cabeza de familia estaba desempleado, el número de familias en dificultad ascendía al 8 por ciento.

Las familias con mayores ingresos también a veces tienen problemas debido a los costos de salud. “Estos últimos se refieren principalmente a gastos grandes y únicos, como la compra de anteojos o prótesis”, dice Nicolas Bouckaert de la KCE. “Con las familias más pobres, también se trata de gastos más pequeños y frecuentes. Ir al médico, por ejemplo, o comprar medicamentos en la farmacia”.

Techo bajado

“Desde el inicio del gobierno en noviembre de 2020, hemos tomado medidas, pero el trabajo aún no está terminado”, dijo el ministro de Salud, Frank Vandenbroucke (Vooruit). Por ejemplo, se redujo a 250 euros el techo de la factura máxima de gastos médicos para las familias más pobres. Ese techo también se congeló temporalmente para todas las familias para evitar que se disparara debido a la indexación. El gobierno federal elevó el límite de edad para la atención dental gratuita a diecinueve años.

Aún así, el gobierno necesita hacer más, según los investigadores. “El aumento de la asignación (como resultado de lo cual las familias más pobres tienen que pagar menos, KVD) no siempre se otorga automáticamente”, explica Bouckaert. “La gente tiene que ir a su fondo de seguro de salud para esto. Eso puede ser una barrera importante”.

Otra barrera, según Bouckaert, es que un paciente a menudo tiene que adelantar el monto de la visita de su médico por sí mismo. “En otros países, normalmente solo pagas tu propia parte”. Este principio de tercero pagador actualmente solo es obligatorio para las familias más pobres para ver a su médico de cabecera.

También ventajas

El profesor de economía de la salud Dominique Vandijck (UGent) no está sorprendido por los resultados. “Al contrario de lo que mucha gente piensa, la atención médica en Bélgica no es gratuita en absoluto. Las cantidades que un paciente tiene que pagar de su propia billetera son incluso altas desde una perspectiva internacional. Y debido a la crisis energética, la clase media probablemente también tendrá dificultades financieras”.

Pero a nuestro país no le va mal en todos los aspectos, dice Vandijck. “Ya existen muchos mecanismos en Bélgica que brindan una forma única de solidaridad. Por ejemplo, el 99 por ciento de la población está obligada a estar afiliada a un seguro de salud desde su nacimiento”.



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