Después de años de imprudencia británica, Sunak allana el camino para una relación constructiva con la UE

Las negociaciones entre el Reino Unido y la UE han tenido éxito esta vez sin que ninguna de las partes (o ambas) salga ilesa de la mesa de negociaciones.

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Quien examina los puntos principales del ‘Marco de Windsor’, un refinamiento de los acuerdos del Brexit entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre acuerdos (comerciales) relativos a Irlanda del Norte, ve una serie de soluciones pragmáticas a cuestiones que durante años se han considerado como temas candentes casi insolubles.

Los nuevos acuerdos muestran pragmatismo y voluntad de compromiso por ambas partes. El primer ministro británico, Rishi Sunak, ciertamente también puede dar crédito a eso. Su antecesor, Boris Johnson, aprobó otra ley especial -el llamado Proyecto de Ley del Protocolo de Irlanda del Norte- con la que puso un arma a la UE: si no estamos de acuerdo, romperemos los acuerdos existentes por la mitad. Bajo Sunak, este comportamiento político imprudente ha sido reemplazado por un serio esfuerzo por salir, y con los nuevos acuerdos, el Protocolo de Johnson termina en la basura.

El corazón del marco de Windsor es la ‘suavidad’ de los acuerdos anteriores, especialmente en lo que se refiere a una distinción más clara en el flujo de mercancías de Gran Bretaña a Irlanda del Norte. Cualquier cosa que tenga la intención de permanecer en Irlanda del Norte recibirá una etiqueta verde y debe poder cruzar la «frontera» sin obstáculos. De esta forma tan sencilla, estas mercancías se separan de las mercancías que tienen como destino final la UE, y por tanto tienen que someterse a un procedimiento diferente. Más margen de maniobra para determinar los tipos del IVA y las ayudas estatales también son ventajas importantes para el Reino Unido.

El hecho de que se alcanzaran compromisos razonables de este tipo después de negociaciones complejas que duraron dos años subraya hasta qué punto se habían deteriorado las relaciones entre la Comisión en Bruselas y los predecesores de Sunak. Que Sunak haya ignorado más o menos a la facción de halcones del Brexit en su propio partido para llegar a un compromiso con ‘Bruselas’ parece haber funcionado, aunque queda un último obstáculo por superar: la aprobación del DUP de Irlanda del Norte, que Protocolo de Irlanda.

Para los europeos continentales que han seguido la deriva del Reino Unido primero con miedo, luego con melancolía y finalmente con compasión (las consecuencias del Brexit son obvias, los propios británicos se dan cuenta ahora), el acuerdo es una excelente noticia. Allana el camino para la restauración de una relación constructiva.

Ya era hora. Desde hace más de un año, el continente, incluido el Reino Unido, se ha visto afectado por un conflicto fundamental con la Rusia de Vladimir Putin, que ha devastado a Ucrania y llevado al límite a las democracias europeas. El patio de recreo europeo, como reconocen ambos lados del Canal, se había ido hace mucho tiempo.

El Volkskrant Commentaar expresa la posición del periódico. Surge después de una discusión entre los comentaristas y los editores en jefe.



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