La justicia francesa suspende la investigación del caso de abuso contra el cardenal por prescripción

Ricard, que había estado bajo custodia desde el 2 de febrero, dijo a los detectives que había «besado» a la niña cuando tenía unos 13 años. También dijo que la abrazó y «acarició su ropa». Según él, no hubo absolutamente ninguna «relación sexual». La víctima afirmó que había habido agresión sexual por parte del clérigo principal durante tres años.

El ex arzobispo de Burdeos es mencionado junto a diez (ex) obispos en un caso de abuso sexual. La acusación data de finales de la década de 1980. La Conferencia Episcopal Francesa (CEF) lo anunció en noviembre. En una carta a la jerarquía católica, Ricard admitió que hace 35 años, siendo sacerdote en Marsella, se había comportado de forma «reprochable» con una joven. “Mi conducta necesariamente ha producido consecuencias graves y duraderas para esta persona”, escribió el cardenal.

Los delitos sexuales más graves, incluida la violación, tienen un plazo de prescripción de 30 años en Francia. No obstante, el plazo para iniciar el proceso penal podrá prorrogarse si la víctima era menor de edad en el momento de la comisión de los delitos. Eso no va a pasar en este caso. El Vaticano ha abierto su propia investigación sobre Ricard debido al abuso admitido y aún puede imponerle sanciones.

Ricard fue arzobispo de Burdeos de 2001 a 2019. Fue nombrado cardenal por el Papa Benedicto XVI en 2006. De 2001 a 2007 presidió la Conferencia Episcopal Francesa.