Noemi Bocchi, la pareja de Francesco Totti, ha revelado que tiene este problema
Para encender el foco diástasis abdominal fue la confesión vía redes sociales de Noemi Bocchi, la compañera de la bandera de Roma Francesco Totti. De hecho, este es un problema bastante común; Afecta principalmente a las mujeres y a menudo se manifiesta despues del partoespecialmente cuando lleva más de un embarazo a término.
LA DIÁSTASIS ABDOMINAL SE PRODUCE POR EL AUMENTO DE LA PRESIÓN
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En condiciones normales los músculos rectos abdominales, formados por dos haces longitudinales que van desde el esternón hasta el pubis, se encuentran casi unidos a lo largo de los llamados “linea del amanecer”, una pequeña depresión en el centro del abdomen, que es más evidente cuanto más se desarrollan los músculos. En ausencia de problemas, la línea alba no supera los 1,5 centímetros, mientras que en aquellos con diástasis abdominal esta distancia es mayor. Esto implica no sólo laalejamiento de los dos músculos rectos, pero también de ellos adelgazamiento Y extensión; además, estos músculos adquieren una forma curvilínea. El aumento de la presión intraabdominal determina el aumento de la distancia entre los músculos rectos. “La condición típica que conduce a la aparición de diástasis abdominal es el embarazo. De hecho, la gestación implica no sólo un aumento del volumen de la cavidad abdominal, sino también de la presión interna”, subraya el profesor giampiero campanellidirector del Centro de Hernia de la Casa di Cura La Madonnina de Milán y jefe del servicio de Cirugía General Day & Week Surgery del Hospital Irccs Galeazzi-Sant’Ambrogio de la capital lombarda y profesor titular de Cirugía en la Universidad de Insubria.
DIÁSTASIS ABDOMINAL: PUEDEN ASOCIARSE HERNIAS
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Especialmente si la madre es joven, no tiene sobrepeso y tiene los músculos abdominales tonificados, la situación suele volver a la normalidad después del parto. A veces, sin embargo, los músculos rectos permanecen no solo distantes, sino también estirados y sobresaliendo hacia afuera. “Generalmente notamos diástasis cuando los abdominales se tensan para realizar gestos simples, como levantarse de la cama, y notamos una pequeña ‘joroba’ en el centro del vientre. En algunos casos también pueden aparecer hernias umbilicales o epigástricas, de las que sobresalen porciones más o menos grandes de los órganos abdominales”, dice el profesor Campanelli. La diástasis abdominal también puede estar asociada con una descomposición de la piel y el tejido subcutáneo, con estrías. Este problema no causa dolor, solo una sensación de pesadez y falta de fuerza en el abdomen. “Últimamente, los pacientes a menudo se quejan de una dolor de espalda baja, que podría ser atribuible a la posición incorrecta asumida tras la pérdida, por parte de los músculos rectos, de su función de bisagra anterior. Otras mujeres también se quejan de problemas de incontinencia, que sin embargo también pueden depender del descenso del suelo pélvico que puede ocurrir después del parto”, observa la experta.
DIÁSTASIS ABDOMINAL: NO SIEMPRE SE NECESITA EL BISTURÍ
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En caso de sospecha de diástasis de rectos para llegar a diagnóstico hay que someterse a dos pruebas: una ecografía dinámica y un TAC dinámico de abdomen, que es aún más preciso y gracias al cual se puede observar el estado de los músculos rectos y la posible presencia de hernias. Una vez diagnosticado el problema, en base a diversos factores (peso, tono muscular, grosor y distancia de los rectos, presencia de hernias, deseo de otros embarazos, etc.) se decide qué tratamiento es el más adecuado. Si el paciente es delgado y tiene buena musculatura, si los rectos no son demasiado delgados y separados no más de 2,5 centímetros y no hay hernias, para resolver la diástasis casi siempre es suficiente con realizar regularmente ejercicios para fortalecer los musculos transversos del abdomen Si por el contrario la situación es más comprometida, se requiere cirugía. Si la mujer está relativamente interesada en el resultado estético se posiciona una red detrás de los músculos rectos, que se juntan y vuelven a su posición natural. “Esta solución puede abordarse de dos formas: con una pequeña incisión de 5 cm entre el esternón y el ombligo o, gracias a la ayuda de un robot, con una operación sin cortes, pero con 3 o 4 pequeños agujeros en el abdomene”, explica el profesor Campanelli. Quienes se preocupan más por el aspecto estético pueden someterse a una operación que prevé la misma “reparación”, pero a través de una pequeña incisión en forma de arco por encima del pubis, a través de la cual crear también unabdominoplastia parcial o completo.
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