“Tanto mejor si no llegamos a los 4 grados, pero no prepararnos para ello es exponer a nuestros conciudadanos, a nuestros agricultores y a nuestras actividades económicas al riesgo sin darles los medios para afrontarlo”, dijo a la emisora Europa 1. .
El ministro está trabajando en el tercer plan nacional francés de adaptación al cambio climático (PNACC3), que debe estar finalizado a finales de 2023.
La futura estrategia francesa se basará en dos escenarios, el más pesimista de los cuales conducirá a un aumento de la temperatura de 4 grados en Francia con respecto a finales del siglo XIX. Ese aumento sería superior a la media mundial.
“Si queremos adaptarnos a esto, tenemos que salir de la fase de negación”, dijo Béchu. “Necesitamos invertir en materiales que nos permitan soportar esas temperaturas, lo que significa pensar en cosas como la organización de los servicios públicos, las leyes de aguas, la protección de la biodiversidad, el suelo y las normas de seguros”.