Delirio del Inter con súper Lukaku: Oporto se rinde 1-0

Un gol de Big Rom en el minuto 86 da la victoria a los de Inzaghi en la ida de los octavos de final ante los portugueses

El Inter gana la ida de los octavos de final de la Champions League gracias a un gol de Romelu Lukaku, el ansiado y desafortunado bomber de la primera parte de la temporada. A cuatro minutos del final, fue un zarpazo del belga el que desbarató a diez un Porto tras la expulsión de Otavio. El éxito de Inzaghi es merecido, pero el técnico del Piacenza también debe agradecer las atajadas de Onana, con un providencial empate 0-0 en al menos tres ocasiones. La clasificación está lejos de ser segura y se espera que los nerazzurri tengan una batalla en Oporto, pero el 14 de marzo tendrán dos resultados de tres gracias al éxito de esta noche. Teniendo en cuenta que los de Conceiçao llevaban 4 meses sin perder, la celebración en San Siro tras el pitido final es justificable.

EL TORO DESPERDICIA

Inzaghi propone al mismo equipo que ganó la Supercopa de Italia al Milán y prefiere a Dzeko a Lukaku como compañero del capitán Lautaro; Conceiçao recupera a todos los titulares eliminados (Otavio, Uribe y Galen) y los prepara desde el 1′. El Oporto no tiene miedo: presiona alto y mientras Otavio centra para molestar a Calhanoglu, el clásico 4-4-2 del excentrocampista de Parma y Lazio se convierte en un 4-2-3-1 que tiene a Pepê por la derecha y Galeno a la izquierda El Inter empezó fuerte con un remate de Dimarco rechazado por Joao Mario y con un cabezazo alto desde una excelente posición de Toro. El Oporto, sin embargo, no se queda de brazos cruzados y no se repliega en su campo: Conceiçao, tras abrazar a su amigo Inzaghi en la previa del partido, pide a su equipo que se ponga de pie y el campeón portugués lo hace apoyándose en Taremi, bueno para mantenerse ocupado Inmaduro. El campo, en pésimas condiciones, no echa una mano con el regate, pero Calhanoglu intenta de todos modos escapar al marcaje del brasileño y darle ritmo a la maniobra. Barella busca el Eurogol con un golpe desde fuera que remata alto, luego es el Turco, en desarrollo de un tiro de esquina, quien inquieta con una navaja a Diogo Costa, dispuesto a elevarse por encima del larguero. Los locales juegan el partido, tienen más posesión (60% al descanso), pero en el centro del campo Uribe y Grujic son una buena barrera y para Mkhitaryan, decisivo ante el Udinese, es más complicado mostrar la… superpoderes Necesitamos algunos cambios de campo o alguna recuperación de balón en una posición más adelantada, pero los invitados no tiran el pie atrás y están bien físicamente. No es casualidad que regresen de 10 victorias seguidas y en el minuto 27 con Grujic rematan por primera vez hacia la portería de Onana sin enmarcar sin embargo el espejo.

QUE NERVIOSO

Con el paso de los minutos, Porto crece y crea, con un pase en profundidad de Otavio, su mejor gol: la espalda de Taremi se ilumina y arma el pie derecho de Grujic, rechazado por Onana. Galeno con el toque en la canasta la posible ventaja. Son los 37′ y San Siro se queda en silencio unos segundos. Se anima cuatro minutos después, por un penalti reclamado por Darmian por un toque en el pie de Galen. A Jovanovic le cuesta aguantar un partido que se pone nervioso. Tensión evidente también en los nerazzurri: Dzeko recoge enérgicamente a Onana que replica y Calhanoglu es necesario para calmar al camerunés, emocionado desde el principio por un par de aplazamientos equivocados. Parece repasar las disputas entre Barella y Lukaku en Génova, hace apenas 9 días. No es una buena señal. Por suerte los nerazzurri reanudaron el juego y, al final del tiempo de descuento, necesitó un prodigioso reflejo, un auténtico milagro, de Diogo Costa para despejar a la red un remate de cabeza de Bastoni, desviado por Joao Mario, tras un lanzamiento de falta de Dimarco.

SÚPER ONANA

La segunda fracción retoma con las mismas formaciones, aunque Galen, recuperado in extremis, resiste sólo cuatro minutos antes de rendirse a los calambres: en su lugar Evanilson. El primer timbre llega del Inter: en un gran lanzamiento de Skriniar, Barella deja deslizar el balón, esquiva la intervención de Marcano y patea en diagonal, con el balón apenas perdiéndose por la espalda. Porto responde con un reinicio de Pepê que sirve a Taremi, cuya conclusión es detenida por Onana. El portero nerazzurri también está soberbio unos segundos después con dos intervenciones consecutivas sobre Zaidu y Taremi. Inzaghi entiende que su equipo está en problemas y cambia: Lukaku por un Dzeko muy nervioso y Gosens por el amonestado Dimarco. Es el movimiento decisivo. Gosens, que ha entrado bien, coloca un par de centros, pero sigue siendo Barella, desde fuera, quien remata alto. Simone también juega la carta de Brozovic en lugar del aburrido Mkhitaryan y el croata da paso a una acción muy peligrosa: Calhanoglu dispara a Lukaku que busca a Lautaro sin que el Toro llegue a tiempo para el desvío.

ROJA A OTAVIO Y GRAN HUELGA DE ROM

El reto se vuelve apasionante porque las formaciones se estiran y el Oporto casi se adelanta con el habitual Taremi. Otavio, que llevaba un tiempo de baja y ahora endeudado de oxígeno, fue expulsado por segunda tarjeta amarilla y se espera que el Oporto de diez esté asediado durante un cuarto de hora. Dumfries suma un empujón por la derecha en lugar de Skriniar, Conceiçao se cubre con Wendell por Taremi, pero la afición del Inter viene por todos lados. La ventaja está en el aire y se materializa en un centro de Barella desde la derecha: Lukaku se adelanta a Pepe y pega en el poste, pero marca en el rebote. Big Rom también quiere doblar, Diogo Costa pone un trozo. Jovanovic hace sonar su silbato en el 4′ del descuento y el Meazza celebra.



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