La inflación en Alemania volvió a aumentar ligeramente en enero. Según informó el miércoles la Oficina Federal de Estadística (Destatis), la tasa de inflación anual fue del 8,7 por ciento, luego de haber sido del 8,1 por ciento en diciembre. La autoridad de Wiesbaden confirmó así las cifras preliminares que había publicado hace casi dos semanas.
En la categoría de productos de vestuario y calzado, la tasa de inflación anual estuvo muy por debajo del promedio: aquí los precios aumentaron solo un 2,8 por ciento en comparación con enero de 2022. Respecto al mes anterior de diciembre, incluso descendieron un 4,7 por ciento por efectos estacionales.
Por otro lado, los importantes aumentos de precios de los productos energéticos (+23,1 por ciento) y alimentos (+20,2 por ciento) jugaron un papel decisivo en la alta inflación. Sin estas dos categorías, la tasa de inflación anual habría sido de solo 5,6 por ciento en enero, dijo la agencia de estadísticas.
«Después de un debilitamiento a fines de año, la tasa de inflación se mantiene en un nivel alto», dijo Ruth Brand, presidenta de la Oficina Federal de Estadística, en un comunicado. “Estamos viendo aumentos de precios para muchos bienes y cada vez más también para servicios. Sin embargo, el aumento de los precios de la energía y los alimentos fue particularmente notorio para los hogares privados en enero”.