Los dos extremos, por los que los nerazzurri pagaron un total de 40 millones, no despegaron. El holandés tuvo un impacto por momentos pero desapareció después de la Copa del Mundo, el alemán no puede encontrar actuaciones consistentes. Así, venderlos a precios elevados se vuelve complicado.
El heredero de Hakimi y el de Perisic, los super extremos en el año del campeonato con Conte. Dumfries y Gosens no zumban como sus dos predecesores, no se comen la banda, no queman el suelo bajo sus tacos. Y ahora son un problema para el Inter, desde el punto de vista técnico pero sobre todo de mercado: si en las bandas Inzaghi encontró dos laterales fiables y de rendimiento constante en Darmian y Dimarco, en la fase de negociación saliente hay riesgo. de bloqueo