Con el alemán sobre el césped como titular, el tercer partido seguido de los rossoneri sin encajar un gol: cómo el ex Schalke 04 se ha convertido en una certeza de la nueva línea de tres hombres
La tercera buena pista para intentar no está solo en la tercera victoria consecutiva. Pero también en una grata coincidencia: el Milan se llevó a casa tres victorias sin encajar un solo gol. Teniendo en cuenta que en las cuatro salidas anteriores había quedado sepultado bajo trece avalanchas, la cuestión de qué pasó primero y cómo fue posible que volviera a encenderse la luz tan repentinamente es materia de tratado psiquiátrico. Reflexiones posiblemente estériles ante un equipo que retomaba con vigor, obviamente Pioli disfruta de los tres uno a cero, quizás se enfurece íntimamente porque sus muchachos con Tottenham y Monza no han logrado marcar más -un pecado capital sobre todo ante los Spurs-, pero obviamente básicamente queda satisfecho.
como un veterano
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Satisfecho porque observa una defensa que, pese a cambiar el sistema de juego y los intérpretes, tras un aprendizaje ciertamente más largo de lo lícito, ha vuelto a la normalidad. Entendió los movimientos, sabe esperar y posicionarse. Monza se estrelló contra nosotros una y otra vez, sonando una serie de ángulos inútiles, y la única vez que realmente se abrió paso, arruinó la fiesta por sí solo. El nuevo nombre de la defensa rossoneri era y sigue siendo rutilante: Malick Thiaw ahora ¿quién se lo quita más? Lo que más desplaza es la serenidad -de hecho, la imperturbabilidad- con la que el central de la Sub 21 alemana aborda situaciones que hasta ahora solo había tocado. Con el Tottenham, en su primera actuación en la Champions League, se parecía a Kjaer. un veterano Sin ansiedades, sin miedos. En Monza recitó el mismo guión y por tanto es razonable pensar que es una de sus cualidades naturales. En ese sentido recuerda mucho a dos compañeros de equipo, Kalulu y Tomori, otros dos señores que nunca han temblado desde las primeras actuaciones.
Características
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Malick jugó de centro-izquierda ante el Tottenham, bloqueando el disparo de Kulusevski, mientras que esta vez Pioli le situó en el centro, aprovechando la vuelta de Tomori. Conoció a Petagna, y se vendieron por kilos y centímetros. Cuando Palladino eliminó al ex Rossoneri, los clientes cambiaron en características y dimensiones físicas, pero el resultado final no cambió: ni Mota Carvalho antes, ni Gytkjaer consiguieron hacerlo derrapar. Sólo necesitó una verdadera aspereza, sobre Mota Carvalho en la mitad del segundo tiempo: hacerlo por detrás, fuera de la zona caliente de todos modos, que llamó a Rapuano con tarjeta amarilla. Los 194 centímetros de Thiaw están destinados a quedarse por delante de Tatarusanu también en las próximas salidas, también por satisfacción del propio portero, que por fin puede salir de la apnea. “En estos partidos hemos visto una defensa más compacta”, dijo el portero rumano a Milan TV después del partido. Sí, compacidad defensiva. Pioli lo buscó durante mucho tiempo y finalmente lo encontró. Un importante tipo de consuelo también de cara al muy caluroso regreso a Londres contra el Tottenham.
19 de febrero – 09:45
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