Ibra, sin la Copa del Mundo, ¿qué estás haciendo ahora? El scudetto con el Milan es el último parteaguas

Suecia perdió los playoffs y no irá a Qatar: Zlatan reflexiona sobre su futuro y se desgarra. El título en los Rossoneri podría ser la salida perfecta de escena. También lo dijo…

Para sus cánones habituales, se mostró bastante tímido: “¿El futuro? Espero seguir adelante mientras tenga salud y pueda aportar”. Cierra los ojos por un momento y finge que no sabes de quién estamos hablando. Aquí: ¿suenan como palabras «de Ibra»? Es inútil darle vueltas: la derrota de su Suecia, doblada por Polonia bajo los golpes del otro gran sabio Lewandowski y Zielinski, fue un golpe fuerte y doloroso. Un golpe que requiere reflexiones tan profundas que probablemente, en el fragor del momento, a Zlatan no le apetecía ir más allá de las palabras de la ocasión.

cuantos reflejos

«Ojala». «Salud». «Posible contribución». Hay mucha cautela en las frases pronunciadas sobre la mala noche de Chorzow. En el calor, después de una amarga decepción, no puede haber Dios Zlatan, ni leones rugientes, ni otro zlatanato. Probablemente llegarán, porque si hay algo que Ibra aprendió primero, y luego enseñó a todos sus discípulos, es la fuerza para levantarse después de una caída. Incluso si es ruinoso. En su caso, sin embargo, la despedida de Suecia del Mundial implica muchas otras cosas. No es un simple “será para el próximo”, porque el Mundial que llegará después de Qatar -2026 en EE.UU., Canadá y México- no estará ahí. Y ni la habrá en la Eurocopa 2024, aunque nunca haya puesto límites a la (divina) providencia. Ibra apuntaba a la Copa del Mundo usándolo como una especie de elixir de la inmortalidad. Alimentarse de la adrenalina que da la mayor competición planetaria para poder vivirla -como protagonista, claro- a sus 41 años.

salario reducido

Si Suecia hubiera ganado en Polonia, cualquier duda se habría despejado. Z continuaría jugando la próxima temporada también. ¿Pero ahora? Pues bien, ahora comienza la fase de valoraciones en lo más profundo del alma y -sobre todo- de los músculos. Hay tiempo para pensarlo un poco, pero no es tanto. Habrá que aclarar las ideas dentro de unas semanas porque luego, eventualmente, hay un contrato con el Milan que renovar. Hay que aclarar una cosa de inmediato: el balón está todo en sus manos, porque el Milan ya ha dejado claro que está dispuesto a alargar la relación una temporada más (en las condiciones del club rossoneri, claro, o con una plantilla decididamente reducida). salario en comparación con el actual). Por lo tanto, será la persona interesada la que tendrá que entender cómo moverse. Y si por un lado, sin el Mundial falta una parte fundamental, por otro no se puede dejar de recordar sus más recientes palabras. Cosas como esta: “Siento un poco de pánico ante la perspectiva de dejar de jugar. Seguro que seguiré el mayor tiempo posible, mientras pueda conseguir resultados pero estando bien en el campo, sin sufrir». O: “El futuro está por escribirse, no hago planes ya ver qué pasa. No te retires y luego digas que podría haber continuado, porque me arrepentiría por el resto de mi vida. Quiero jugar el mayor tiempo posible. La realidad es que jugaré hasta que vea a alguien mejor que yo, así que sigo jugando”. O de nuevo: «No me rindo hasta ganar con el Milan».

¿Cierre del círculo?

Estas son todas las declaraciones hechas en el último mes. Tan fresco. Así que atención a la última: no me rindo hasta ganar con los rossoneri. Aquí está, la interpretación más probable posible en este momento. Es decir: si el Mundial con Suecia fue un primer y potente parteaguas profesional -o mejor dicho, final de carrera-, el posible campeonato (pero quién sabe si la Copa de Italia quizá no merezca demasiado la pena…) es el segundo. Y el último también. Retirarse como ganador es muestra de mucha fuerza, valentía y madurez, y para Zlatan el Scudetto con el Milán supondría el cierre de un círculo que comenzó con su aventura-bis en enero de 2020: Regresé, te llevé de la mano, Le he hecho volver a la Champions y te acompañé a la victoria en el campeonato. Después de eso, en medio de todas sus reflexiones, incluso las de carácter físico contarán mucho. Esta no ha sido una gran temporada para él -eufemismo-, parado varias veces, y bastante larga, por diversos apuros. Todavía está de regreso de una serie de apariciones en las que solo armó algunos minutos. Incluso anoche en Polonia, donde el técnico Andersson, pese al objetivo de volver a poner en pie el partido, sólo lo ingresó en el minuto 80.



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