Para su investigación, está buscando personas que hablen Groningen para mapear los cambios de idioma. “Mucho ha cambiado en los últimos cuarenta años. Menos personas hablan Groningen. Las diferencias regionales y locales desaparecen. Las diferencias en la pronunciación se vuelven más pequeñas. ¿Qué tan rápido va ese proceso y cuál es la influencia del holandés y el inglés?», quiere saber Buurke. “Observamos los cambios a lo largo del tiempo”.