El plástico de los basureros indios se convierte en 152 millones de botones


Cada año se generan alrededor de 62 millones de toneladas de desechos en la India, de los cuales solo el 19 por ciento se procesa. El resto termina en vertederos, pero no se queda allí: todo lo que se puede monetizar se canaliza a través de los 1,5 a 4 millones de recolectores de basura informales, que son la mayor fuerza impulsora del reciclaje en el país.

A menudo descalzos, sin educación y rechazados por la sociedad, escalan los grandes montones de basura de una ciudad para monetizar vidrio, metal y todo tipo de plástico. Las personas que viven en la pobreza son actores clave en la economía circular y de residuos de la India, clasificando más rápido y más a fondo que cualquier máquina, pero sin ser reconocidos y con poco acceso al apoyo social.

En 2020, la Fundación H&M lanzó una iniciativa de 11 millones de dólares (10,3 millones de euros), Saamuhika Shakti (“Poder colectivo”), para llenar los vacíos en este sistema reuniendo a diez expertos locales y ONG de diferentes sectores en Bangalore, India, con el objetivo de convertir los desechos plásticos en un recurso valioso y empoderar a los recolectores de basura para salir de la pobreza.

Producción de botones en Bangalore, India. Foto: Vinod Sebastián / Saamuhika Shakti

Los residuos de PET así recolectados se venden a la empresa social Hasiru Dala Innovations y luego se agrupan, se lavan y se envían a los proveedores de botones. Hasta la fecha, se han vendido 152 millones de botones en prendas en todo el mundo y 32.000 personas ya se están beneficiando de mejoras en diversas áreas como educación, salud y seguridad.

«Los botones se pueden rastrear hasta la fuente de los desechos, junto con los nombres de los trabajadores, la seguridad social, los salarios y las condiciones de trabajo en el centro de recolección», dijo la Fundación H&M en un comunicado de prensa.

“Si trabajamos juntos de manera holística hacia una economía circular inclusiva, podemos crear soluciones que ayuden a las personas y al planeta a prosperar. Al abordar los desafíos asociados con la vida de los recolectores de basura, tienen el potencial de salir de la pobreza y contribuir a un sistema global circular”, comentó Maria Bystedt, directora de estrategia de la Fundación H&M.



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