Milan y Calhanoglu en el corazón, así se hace posible la operación Kessie-Inter

El ex rossoneri es muy amigo del jugador turco y tras un año en el Barcelona le gustaría volver a la capital lombarda, esta vez en el conjunto nerazzurro

Todo el Inter entendió que los prejuicios siempre están mal, que hay cosas buenas incluso donde no quieres verlas: la transición de los rossoneri a los nerazzurri, que para muchos fanáticos era casi antinatural, realmente funciona. Tiene el efecto de motivar a quienes dan el salto, nunca fácil en ningún caso, de un lado a otro de Milán. El caso Calhanoglu está ahí como prueba de fuego para la futura operación Franck Kessie del Inter. Llevará tiempo construir el edificio, pero el esqueleto del acuerdo se ha reconstruido en la última semana. Lo que convence a los nerazzurri no es solo el redondo gusto por el jugador, un prototipo de centrocampista con características que nadie tiene en la plantilla, sino la certeza de que Franck encajaría a la perfección en el sutil equilibrio nerazzurri. Tal como le sucedió al amigo Hakan antes que él.

Al ras con Hakan

El turco y el marfileño llegaron al Milan en la misma brillante campaña rossoneri en el verano de 2017 y jugaron codo con codo en el centro del campo hasta 2021. En ese verano, Calha optó por ir a cero en el Inter, aceptando la oferta relámpago del CEO Beppe Marotta y ds Piero Ausilio. Kessie sólo esperó un año más, el justo para arrebatarle el Scudetto al Inter, y luego también él se despidió del Diablo al acabar contrato. No se rindió ante la corte nerazzurra, sino que eligió con meses de antelación el Barcelona, ​​que ofrecía un mejor salario y, sobre todo, una remuneración abultada a su agente. Las condiciones para que lo que no fue en 2022 suceda en 2023 están todas dadas, dado que el marfileño ha mantenido apretado el hilo con el Milán, también gracias a Calha. En el último año y medio, los dos han hablado mucho y las conversaciones telefónicas continúan: Hakan le ha dicho muchas veces a su expareja que hay un vestuario sano en Appiano, a pesar de que el Scudetto se desvanece en el clímax y tartamudea en el comienzo de esta temporada. En resumen, habría puertas abiertas para él. Siempre con la condición de que pasemos de la teoría a la práctica: de momento solo han sonado los teléfonos para comprobar disponibilidad mutua en querer recorrer este camino, desvinculándola incluso del hipotético intercambio con Marcelo Brozovic temido en enero. Sin embargo, el croata se mantiene en la lista de transferibles tanto por motivos económicos como ambientales: al club no le gustó especialmente la lenta recuperación de la lesión, supervisada a distancia por su entrenador personal Adreja Milutinovic, quien, extraño pero cierto, también es colaborador de Milán con el título de “jefe de rendimiento”.

Todo, por supuesto, dependerá de los pliegues de esta temporada catalana: neto de las negativas de oficio de su numeroso séquito, Kessie se ha mostrado hasta ahora defraudado por el escaso uso en Blaugrana. De hecho, estaría realmente ansioso por regresar a su amado Milán, incluso si fueran necesarios algunos sacrificios: su salario de 7 millones, tal como está, no es sostenible para Suning. Xavi vio en Franck un esbozo de Yaya Touré en el ecosistema de los acomodadores blaugrana: con pocas palabras y mucho toro, el marfileño también mejoró su condición. Ayer volvió al once inicial por la lesión de Busquets y los próximos partidos serán su oportunidad de demostrar que está a la altura del Barça, pero ante el Villarreal todavía parecía pez fuera del agua por momentos. El Inter, con Calha en primera fila, observa desde la distancia: la idea de una cesión con opción de compra la temporada siguiente sigue sobre la mesa.



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