Investigación sobre la introducción de un impuesto sobre la carne: sorprendente porque VVD y CDA siempre fueron fanáticos contra


El ministro de Agricultura, Henk Staghouwer (ChristenUnie), investigará la introducción de un impuesto sobre la carne. Otros partidos de la coalición siempre han estado vehementemente en contra de un ‘impuesto a la carne’.

El ministro de ChristenUnie escribe en una carta sobre política alimentaria que el gobierno tiene la opción «también a través de señales de precios» para «proporcionar incentivos para opciones más sostenibles y saludables, sin restringir la libertad de las personas».

El hecho de que Staghouwer haya anunciado ahora que quiere investigar un impuesto sobre la carne es sorprendente porque no hay una mayoría en la Cámara de Representantes a favor de un ‘impuesto sobre la carne’ separado. D66, GroenLinks, Party for the Animals y la propia ChristenUnie de Staghouwer ven algunos beneficios en ello, pero otros partidos se han opuesto a la idea en el pasado.

VVD, CDA y PVV en particular siempre han sido oponentes fanáticos, pero partidos como SP y PvdA también son reacios, porque creen que el tocino y las albóndigas no deberían convertirse en un alimento de lujo que solo los holandeses ricos pueden pagar. Parece haber más apoyo para gravar más fuertemente todos los alimentos que son malos para el medio ambiente.

Henk Staghouwer, Ministro de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria. © ANP

Rendimiento para los ganaderos

Anteriormente, una investigación encargada por el Ministerio de Agricultura mostró que un impuesto a la carne que beneficie específicamente a los agricultores orgánicos puede ser un medio eficaz. Los ingresos de dicho impuesto deberían ir a los ganaderos, que pueden usar ese dinero para hacer más sostenible, como también describe la carta.

El gabinete ya anunció en el acuerdo de coalición que quiere aplicar un impuesto adicional a las bebidas azucaradas y dejar de aplicar el IVA a las frutas y verduras. De esta manera, se puede alentar a los consumidores a elegir opciones asequibles, más saludables y más sostenibles, dice Staghouwer.

El gabinete también quiere bajar el umbral para que las personas hagan elecciones saludables en el supermercado, ‘por ejemplo, estableciendo un porcentaje mínimo de alimentos sostenibles y/u orgánicos en los estantes’.

No vaciado en hormigón

Una evaluación de la política de los últimos años muestra que es importante establecer metas concretas. Staghouwer menciona como ejemplo el objetivo de que los consumidores consuman un 50 % de proteínas animales y un 50 % de proteínas vegetales (de vegetales, por ejemplo). Actualmente, esa proporción es 60 por ciento animal, 40 por ciento vegetal. Ese objetivo no está escrito en piedra, enfatiza. “Si los desarrollos o los nuevos conocimientos significan que es necesario afinar o acelerar la meta, esto puede conducir a una reconsideración”.

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