Vlahovic, vuelve como delantero. Giroud en la fase no: top and flop de la jornada 21

El serbio hizo un gran partido en el triunfo de la Juve en Salerno: para él 7,5 que se convirtió en 14,5 por las distintas bonificaciones. Detrás de la pizarra el francés que no solo se queda seco en el derbi, sino que estropea un claro contraataque con un control superficial

La vigésima primera jornada finalizó con el Salernitana – Juventus, una larga sesión que comenzó el sábado con el Cremonese – Lecce. Vamos a ver las tapas y los fracasos.

Arriba

Cubrir todo para Dusan Vlakhovic (73 créditos), autor de un doblete y una asistencia que permitió a la Juventus encontrar tres puntos importantes en Salerno y el delantero centro serbio recuperó el sentimiento con el gol, latente desde octubre. Es inevitable el “7,5” que, sumando las bonificaciones mencionadas anteriormente, se convierte en “14,5” y habrá hecho regocijar a muchos entrenadores de fantasía, quizás esperando el último aplazamiento para volcar el resultado en su propia liga.

Imparable. Víctor Osimhen (101) lidera al Napoli con un nuevo doblete -siete goles en los últimos cinco partidos- consiguiendo un nuevo “7,5”. Su nota sube al “13,5”: junto a los azzurri, el nigeriano es prácticamente injugable en este periodo.

Manolo Gabbiadini (38) estuvo a punto de entregar una nueva victoria a la Sampdoria. Un acierto que se esfumó en la prórroga, con el penalti logrado por Pessina y que condena de forma extrema a los ligures. Eso, sin embargo, no borra la actuación global del delantero de la Sampdoria (7,5 puntos) autor de un doblete y mucho sacrificio incluso en la fase de no posesión.

Fracaso

Hay quienes sobresalen y quienes luchan. Como Kingsley Ehizibue (15 créditos) que compensa una mala nota (4) en la derrota sufrida por el Udinese ante el Turín: se pierde el lateral Karamoh, error decisivo para el desenlace del partido. Mal partido también para otro jugador friulano de la Juventus, Lazar Samardzic (35), que a menudo lo ha hecho bien esta temporada: el joven alemán compensa un fuerte déficit de “4,5” que seguramente habrá arruinado los planes de muchos entrenadores de fantasía. El año pasado -por estos días- se celebró su ‘turno’ en el derbi. Este año, sin embargo, Olivier Giroud (51) no sólo se queda con las manos vacías, sino que participa en el desastre rossoneri desperdiciando un claro contraataque con un control superficial. Error gravísimo y que condena al Diablo a un nuevo parón en este 2023 tan nefasto para los de Pioli.



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