Paula Egonu: "¿Un hijo mío? Él experimentaría la mierda que yo experimenté"

El campeón contó en una entrevista con Vanity Fair el miedo y la ira relacionados con el racismo

El racismo, la maternidad, las luchas de una deportista profesional. En las etapas de acercarse a Sanremo Paola Egonu confió en el boletín de Vanity Fair y es protagonista de la nueva portada digital de la revista, en línea desde el 3 de febrero. Una larga confesión en la que abordó muchos temas de su vida profesional y privada

Paola y el racismo

“Pasa que mi mamá pide un café en el bar y se lo sirven frío, que el banco deja entrar a su amiga blanca pero a ella no”. O reacciones en la escuela: «En la secundaria, una niña pequeña se burlaba de mí porque yo era negro. Un día la agarré del pelo y le grité: ‘Dilo una vez más y te pongo las manos encima, No te tengo miedo».

Maternidad

La campeona también habló de su deseo de maternidad y sus miedos: «Ya sé que, si mi hijo tiene la piel negra, va a sentir todo el asco que yo experimenté. Si fuera a tener la piel mixta, peor: se van a sentir demasiado negro para los blancos y demasiado blanco para los negros. ¿Vale la pena, entonces, dar a luz a un niño y condenarlo a la infelicidad? O el concepto de belleza: «Crecí en un contexto donde el estándar de belleza asumía que yo era blanca. Y, ya sabes, los niños pueden ser muy desagradables. Siempre fui la más alta, era negra, con estos rizos que me odiaba. En un momento me afeité cero. Lástima que luego se burlaron de mí porque no tenía pelo. La vida apesta. Me sentía como un asco».

El deporte

También habló de la dificultad de practicar un deporte que acapara su tiempo: «No saben nada de mí, de los deportistas. No saben cuánto luchamos, qué cansados ​​estamos, cómo no nos sentimos». a la altura, como a veces queremos tomarnos un respiro de todo, pero no podemos, no tengo tiempo ni para disfrutar de una victoria cuando llega el siguiente reto: después del Scudetto está la Champions League, y la la Eurocopa, la Supercopa, los Juegos Olímpicos… Entonces entonces pasa que alguien me dice que dice la frase equivocada y yo me pregunto: ¿por qué diablos debería representarte?, pero luego pienso que siento emociones muy bonitas, soy un ejemplo para muchos niños. Y, sobre todo, este trabajo me permite darle una vida cómoda a mi familia. Estudiar a mis hermanos e incluso mimarlos un poco».



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