La Roma, tras el fracaso en la Mou Cup, está pendiente de la Champions. ¿Zaniolo fuera de la lista de la UEFA?

Tras la eliminación a manos de Cremonese, José busca garantías. Nicolò arriesga Europa. Mientras los Friedkins se quedan fríos

El futuro, por momentos, puede tener altitudes sentimentales dignas de una etapa del Giro de Italia. En este sentido, Roma y Nicolò Zaniolo se han enfrentado en los últimos días a subidas “rompepiernas” y bajadas atrevidas como uno de esos heroicos y locos ciclistas del siglo pasado.

Ahora, sin embargo, ha llegado el momento de poner el punto y seguir adelante, atesorando los errores del pasado. Y esto va para ambos lados.

LOS IMPULSORES Y LOS CAMPEONES

Así que empecemos por la situación actual más dura, es decir, la inesperada eliminación del equipo de la Copa de Italia, que se había convertido en un claro objetivo de la temporada. Los abucheos del Olimpico confirmaron que ni siquiera José Mourinho es inmune a las críticas y por ello, a estas alturas de la temporada, el objetivo del cuarto puesto se convierte en una prioridad, sobre todo a la luz del penalti de la Juventus. Por su parte, el técnico luso buscó tras el partido la coartada de la escuadra corta que, pese al encuentro ante el Cremonese colista, y repleto de reservas, no debió considerarse titánico. Y, sin embargo, si los bebés Tahirovic y Volpato todavía parecían inadecuados para tales desafíos, muchos se preguntan por qué jugadores más experimentados como Camara o el propio Solbakken están al margen por ahora. Sin embargo, Mou tiene sus propias verdades y, respecto al futuro, ya la semana pasada envió un mensaje a través de los medios a los Friedkins: están esperando una entrevista para definir el futuro. Todo ello, a pesar de tener contrato vigente hasta 2024. Dado que las sirenas de la Premier League vuelven a cantar para él -en los últimos días los diarios ingleses habían vuelto a hablar del Chelsea-, sin aclaraciones y sin clasificación Champions, la despedida no parece improbable

ESPERANZAS DE ZANIOLO

Y hablando de una plantilla corta, empecemos por la cuestión de Zaniolo, que espera estar en la lista de la UEFA hasta el final. La lista se entregó a medianoche, pero como el club está bajo un “acuerdo de conciliación”, primero debe ser refrendada por la propia UEFA, que dará el visto bueno -o lo cambiará- recién esta mañana si no se supera el techo. compromisos La lógica dice que el atacante, estando fuera del proyecto técnico -como subrayó la Roma el pasado lunes-, no debe estar ahí, pero ojo con los giros y vueltas. Además, no se excluye la confirmación de Karsdorp, cada vez más cerca del “perdón”, aunque su salario no es baladí.

EL REGRESO

Incluso Zaniolo, como quiera que vaya con la lista de la UEFA, su camino volverá a empezar hoy. De hecho, el jugador ya ha regresado a Roma y esta mañana a las 11 estará en Trigoria para empezar el reciclaje, tras un reconocimiento médico de psicoaptitud. No hace falta ocultarlo, el chico ha tenido días difíciles. El distanciamiento con el club, con el entrenador y con varios de sus compañeros -algunos de los cuales pesaron mucho en el vestuario- le postraron, por no hablar de los insultos y amenazas que desde las redes sociales -en las que también estaban implicados sus familiares- se desbordaron antes el móvil personal y luego “de visu”, en la calle y en casa. En resumen, historias de fútbol del tercer milenio tan imeditables como para hacer que incluso la Asociación de Futbolistas Italianos se mueva en su apoyo. Esto, de momento, no significa que Zaniolo pretenda recurrir al arbitraje por mobbing, dado que la empresa le ha dejado al margen del proyecto técnico, pero es evidente que con el paso de los días, los métodos operativos que ser indicado por la dirección, tales como los tiempos de formación, el campo en el que entrenar y el personal que se pondrá a su disposición.

CARTA RECHAZADA

Pero una cosa es cierta. Ayer Trigoria filtró que la carta abierta con la que Nicolò se había acercado a la afición y al club dejó indiferentes a los Friedkins. El sentido de la carta, aún en ausencia de la palabra “disculpa”, tenía como frases clave “susto” y “abandono”, concluyendo así: “El futuro está en nuestras manos: yo extiendo las mías y me pongo en completa disposición de la familia de los Roma”. La propiedad, sin embargo, lo juzgó tarde y no en línea con el comportamiento anterior. Pero el futuro vuelve a empezar todos los días, por lo que el primer pensamiento de Nicolò es recuperar el tiempo perdido. Sin embargo, esto no solo se aplica a él, sino también al grupo en su conjunto. El tonto contra Cremonese, según la dirección, es independiente de los datos técnicos, pero pertenece a un problema de gestión. Por eso, más allá del uso o no de Zaniolo, la respuesta ahora recae en el Especial.



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