El editor de BZ comenta sobre el manejo de Berlín de los refugiados de guerra de Ucrania.
A los alemanes se nos considera diligentes. Tenemos una ley para todo y si no, al menos una ordenanza.
En los días, semanas y meses de la crisis de los refugiados, este amor por el orden a menudo nos beneficia. Podemos ayudar rápidamente: miles de personas que acuden a nosotros todos los días.
Pero a veces la obsesión por el orden se interpone en el camino. Como en el caso de los 120 refugiados que son enviados a Tegel desde un albergue.
Aquí podrías haber mostrado más sentimiento, es decir, tacto. En este caso, ¿por qué no puede venir al albergue un empleado de Tegel? A los alemanes nos falta este sentimiento.
Pero me gustaría enfatizar que, en general, creo que estamos haciendo nuestro trabajo muy bien en este momento. ¡Ayudamos donde podemos y tendremos muchos amigos en la Ucrania libre con suerte en el futuro!