En la conmemoración del desastre de las inundaciones de 1953 en Halsteren, Ina Adema, comisaria del rey de Brabante Septentrional, advirtió que la atención al agua y la seguridad nunca deben disminuir. “La tecnología continúa brindando nuevos conocimientos sobre el comportamiento del agua y la construcción de diques. Nunca se termina”, dijo Adema durante una reunión muy concurrida en Sint-Quirinuskerk.
Señaló que en 1953 la gente todavía desconocía el cambio climático, el aumento del nivel del mar y el hundimiento de los suelos, y que cada vez hay más cosas que considerar. “Los niveles más altos del mar afectan a los ríos a los que, literalmente, hay que darles espacio”, dice Adema.
“Recientemente se publicó el informe Sin agua, no más tarde, que deja muy claro que el suelo se está secando. Se trata de seguridad, se trata de calidad de vida. Se trata de repensar la forma en que lo enfrentamos”.
247 personas de Brabante murieron
Entre las 1836 personas que murieron en los Países Bajos hace setenta años como resultado del desastre de las inundaciones, 247 eran de Brabante. El desastre cobró 63 vidas en Halsteren y quince en la vecina Lepelstraat.
“Detrás de esas frías estadísticas están las historias de las personas que sobrevivieron al desastre”, dijo Adema. “Historias de huida, supervivencia en los techos, historias de rescates con botes de remos. Historias de los esfuerzos de socorro, de coraje y hechos heroicos, de las evacuaciones”.