Como parte del caso FTX relacionado con la caída de la plataforma de intercambio de criptomonedas, los fiscales federales supuestamente incautaron casi $700 millones el 20 de enero a Sam Bankman-Fried (SBF), el fundador del ‘negocio’. Se trataba principalmente de acciones de Robinhood y dinero depositado en cuentas bancarias de SBF.
Nueva incautación de dinero por parte de la justicia estadounidense en el caso FTX
En total, se requisaron 55 millones de acciones de Robinhood, una empresa estadounidense de servicios financieros, cuyo valor actual es de 525 millones de dólares. También se incautaron aproximadamente $100 millones en poder de SBF en cuatro cuentas abiertas en Silvergate Bank, casi $50 millones depositados en Farmington State Bank y, finalmente, $20 millones invertidos en ED&F Man Capital Markets.
Según los fiscales federales a cargo del caso, las acciones de Robinhood en poder de SBF se compraron con fondos robados a los clientes de FTX. El afectado negó de inmediato haber malversado los bienes de sus clientes. En la orden de incautación validada por el tribunal del Distrito Sur de Nueva York también se mencionaron tres cuentas de Binance pertenecientes al empresario. Por el momento, no han sido incautados por la justicia estadounidense, pero espera encontrarlos.
Objetivo: recuperar tantos fondos como sea posible para reembolsar a clientes y acreedores
Desde la quiebra de FTX, la justicia estadounidense ha estado tratando de recuperar la mayor cantidad posible de fondos pertenecientes a SBF, para reembolsar a los acreedores y clientes de FTX. A los cincuenta mayores acreedores, FTX les debe la suma de 3 mil millones de dólares. En un esfuerzo por reembolsar a los clientes lesionados, se han recuperado más de $5 mil millones.
Valores financieros, criptomonedas fácilmente convertibles en efectivo, dinero fiduciario, acciones, cuentas bancarias. La totalidad de los activos de SBF es examinada por los liquidadores que no dudan en afirmar que parte de su dinero no se habría gastado, sino que el fundador de FTX lo conservaba bien.
A la espera de juicio, SBF fue puesto en libertad tras el pago de una fianza de 250 millones de dólares. Aprovechó su libertad condicional para escribir y publicar su versión de los hechos en una entrada de blog. El empresario atacó al jefe de Binance, al considerar que buscaba desestabilizar su plataforma. También afirma que no robó nada a sus clientes y que no ocultó dinero. En la apertura de su juicio el 3 de enero de 2023, SBF se declaró inocente, a diferencia de dos de sus excolaboradores: Caroline Ellison, exdirectora general de Alameda Research, y Gary Wang, exdirector técnico de FTX.