La creadora de teatro Julika Marijn ha creado monumentos para algunas mujeres históricas poderosas en los últimos años. Por ejemplo, se sumergió en la coleccionista de arte Helene Kröller-Müller y en la piel de la diarista judía Etty Hillesum. En su nueva actuación en solitario A la sombra de Rembrandt arroja luz sobre una mujer menos conocida, pero que pasó siete años con uno de los pintores más famosos de todos los tiempos: Geertje Dircx, la amante de Rembrandt van Rijn.
Geertje recuerda su triste destino desde detrás de una cortina transparente. Después de una pelea con Rembrandt, en parte por su culpa, terminó en prisión. Sobre el telón aparece una proyección de uno de sus autorretratos. ¿Qué tipo de hombre ve cuando se pinta a sí mismo? ¿Podrá mirarse a los ojos en su enésimo autorretrato?
Después de esto, Marijn cuenta cómo, siendo estudiante de teatro en Ámsterdam, pasó por la casa de Rembrandt (hoy museo) durante años. La casa donde la joven Geertje un día le ofreció su ayuda como ama de llaves. Después de la muerte de su primera esposa, Geertje tomó a su hijo Titus bajo su protección y tuvo una aventura con el pintor, lo que obviamente fue una desgracia dada su condición de soltera.
Marijn baila con elocuencia entre la actuación y la lectura histórica. Consigue evocar la atmósfera de Ámsterdam en la época del Siglo de Oro a través de obras de arte y sonidos de fondo del siglo XVII. Aunque como actriz se mantiene a cierta distancia de su personaje principal, también logra ilustrar la adoración y la decepción de Geertje por un hombre genio. De esta manera le devuelve la voz a una mujer que, como muchas otras, fue echada a un lado y acusada falsamente de fornicación.
A la sombra de Rembrandt
Teatro
★★★☆☆
Por Kik Producciones. Texto y ortografía Julika Marijn. Dirigida por Diederik van Vleuten. Decoración Bartel Meyburg. Visuales Hessel Stuut.
23/1, Cantante, Laren. Gira hasta el 5/12.