Ya con los rossoneri desde hace unos meses, acabó en la operación que trajo al Milan al delantero, que siempre ha sido su amigo. Y ahora a los nerazzurri les gusta por las secuelas de Skriniar
Milan ida y vuelta, con otra camiseta y quizás un amigo en contra. La historia de Tiago Djaló se compone de cruces y cruces, uno en particular: con Rafael Leao, con quien creció en el Sporting de Lisboa y construyó una sólida relación más allá de los terrenos de juego.