Pensamientos de la semana: Giuseppina Gugliano como los chicos de Luciano. Bérgamo y Brescia son capitales de la cultura, y la Atalanta de Gasp encaja muy bien…
Giuseppina Giugliano une a Italia todos los días y, al final, la divide en dos: de un lado sus partidarios, del otro sus escépticos. Por un lado, los que vitorean al conserje que amanece en Nápoles, va a trabajar a Milán y vuelve a casa durante el día porque el billete de tren cuesta menos que el alquiler y la compra en la capital lombarda. Por otro, los que no se creen su historia y tratan de desmontarla calculadora y horario de trenes en la mano. Nos aferramos a la sospecha de que todo es verdad y aplaudimos idealmente el paso de Giuseppina, su lucha diaria y heroica por salvar la mayor cantidad de ahorros posible de un salario ínfimo, sin desarraigar con la propia tierra.