Argentina cerró el año con una inflación anual que se aceleró al 95 por ciento, lo que colocó al país sudamericano por poco fuera de las cinco naciones con inflación de tres dígitos a nivel mundial.
Los precios subieron un 5,1 por ciento en el mes de diciembre, aumentando ligeramente después de tres meses consecutivos de caída y elevando la cifra de 12 meses al 94,8 por ciento, según la agencia gubernamental de estadísticas Indec. Esa fue la tasa más alta desde 1991, cuando el país estaba saliendo de una crisis de hiperinflación.
El aumento de los precios se ha atribuido en gran medida a una racha de impresión de dinero del banco central, así como a la guerra de Rusia en Ucrania.
Argentina se encuentra entre los seis países que experimentaron las tasas más altas el año pasado, pero está detrás de Zimbabue, Líbano, Venezuela, Siria y Sudán, que experimentaron una inflación de tres dígitos el año pasado.
El ministro de Hacienda de Argentina, Sergio Massa, atribuyó la modesta caída en diciembre a un esquema de control de precios conocido como “Precios Justos” o Precios Justos, que ha congelado temporalmente el costo de más de 1.700 bienes hasta diciembre de 2023. Controles de precios similares introducidos en 2021 no lograron frenar la inflación. El ministro agregó que los aumentos mensuales de precios podrían comenzar a caer, al 3 por ciento en abril.
Los economistas esperan ampliamente que la inflación en Argentina se mantenga obstinadamente alta durante 2023 a medida que el país ingresa en un año de elecciones presidenciales y se muestran escépticos sobre la efectividad de las últimas medidas gubernamentales.
A principios de esta semana, el Banco Mundial advirtió que llevar la inflación por debajo del 90 por ciento será un desafío complejo en 2023.
La confianza del consumidor en Argentina ha seguido deteriorándose. El valor del peso local en el tipo de cambio paralelo ampliamente utilizado ha caído a mínimos históricos frente al dólar estadounidense, ya que los ahorristas, temerosos de una mayor devaluación, convierten sus pesos en tenencias más confiables. El jueves el peso cayó a 360 frente al dólar.