Ante el Inter demostró que el Parma puede contar con él. En el campo o con un consejo: “Hasta que esté tan bien…”
El secreto es no ponerse límites, vivir el presente y tener la capacidad de sorprenderse, al final de cada día, al observar hasta dónde se ha llegado. Gigi Buffon no desafía al tiempo, sería un acto de presunción que seguramente lo vería como un perdedor: si acaso se deja llevar, si lo hace amigo, no lo fastidia con proclamas inútiles. y sigue esperando que sus músculos lo sostengan y sus emociones lo acompañen. Como sucedió el martes por la noche en San Siro, en la Coppa Italia contra el Inter.