Roel-Poppe Lubbers en realidad ya no quiere hablar sobre corona, después de dos años en los que su empresa estuvo ‘prácticamente cerrada’. Prefiere mirar hacia atrás en el último año calendario. “A partir del 1 de abril los grupos se animaron a venir nuevamente y en 2022 tuvimos un buen año”.
Lubbers es presidente de la fundación Group Accommodations Netherlands y dirige un alojamiento en las afueras de Grolloo. “Creo que hubo una tendencia muy clara de personas que querían quedarse en los Países Bajos y también de grupos que querían quedarse en los Países Bajos y nos beneficiamos de eso”.
Todo pinta bien para el próximo año también, según cifras de la Oficina Holandesa de Turismo y Congresos, la NBTC. En parte porque las vacaciones en el extranjero se han vuelto más caras, los turistas a menudo se quedan en su propio país. Según un recorrido de la agencia de noticias ANP, los parques de vacaciones están registrando un número récord de reservas anticipadas.
Lubbers también ve un aumento de las reservas en su alojamiento para grupos de Boerhaarshoeve a principios de año. “Los alojamientos para grupos son relativamente baratos. Eso también puede ser algo positivo para nosotros en el próximo período, con grupos que tienen menos para gastar”.
Sin embargo, no todo va bien el próximo año. Por ejemplo, el presidente de Group Accommodations Netherlands señala los préstamos que algunas empresas tuvieron que sacar para superar el período de la corona y que deben pagarse en un futuro próximo. Además, los alojamientos tienen que lidiar con precios de energía más altos y escasez de personal. “Pero eso no es diferente para nosotros que para el resto de los Países Bajos. En resumen, soy muy positivo sobre el año pasado y quizás aún más positivo sobre 2023. Y creo que mis colegas también lo son”.