Roosendler, de 18 años, tuvo que entregar su licencia de conducir el viernes por la noche. Los agentes en un coche de policía irreconocible pasaron por la derecha poco antes de las diez y media en la A17 en la salida Borgwerf. Le dieron al auto una señal de alto, pero despegó a más de 200 kilómetros por hora.
Mientras tanto, el conductor dio varias vueltas sin indicar dirección, hizo señales a otros usuarios de la vía y no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Finalmente, el coche se detuvo en el callejón sin salida de Lapdijk en Moerdijk. El conductor y el copiloto intentaron darse a la fuga, pero pronto fueron detenidos.