COLUMNA. Frank Vandenbroucke se puso firme en su sitio en ‘De Tafel van Vier’, pues esta tarde ya ha reservado mesa para dos: para él y su derecho
El columnista Jan Segers vio sufrir a Frank Vandenbroucke en Gert Verhulst. Una sonrisa aparentemente feliz se desplegó alrededor de su boca, en realidad el último signo de frustración. Así le pasa a Vandenbroucke, que suele usar su sonrisa de manera inapropiada. ‘¿Seguramente debería saberlo?’, había afirmado con firmeza la GP Sofie Lemmens. Vandenbroucke dejó que las palabras penetraran. Para aquellos que, como él, siempre saben todo mejor, ese fue el golpe final”.