La cumbre se produce una semana después de que el primer ministro Naftali Bennett se reuniera con los líderes de Egipto y los Emiratos en Sharm el-Sheik. Refleja las relaciones cambiantes en el Medio Oriente, donde cada vez más países están estableciendo relaciones con Israel, no hace mucho tiempo el enemigo jurado.
El camino fue allanado por el entonces presidente Donald Trump, quien a cambio salió a reunirse con países árabes en otras áreas, en medio de preocupaciones compartidas sobre el programa nuclear de Irán. La comunidad internacional está a punto de firmar un nuevo acuerdo nuclear con Teherán. Israel es un opositor declarado a esto, pero países como Egipto y los Emiratos también ven con recelo el posible acuerdo.